AT&T y Movistar deberán absorber los costos de interconexión con Telcel

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A partir de que de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) definiera el miércoles pasado que es el Instituto Federal de Telecomunicaciones el órgano del Estado mexicano con el conocimiento técnico para establecer tarifas de interconexión, la polémica por la llamada tarifa cero seguirá haciendo eco en la industria y en los medios, pero en adelante sobre el método de diseño y los elementos de mercado que retomará el IFT para fijar un monto económico que Telcel podrá cobrar a sus competidores AT&T y Movistar, principalmente, cuando los usuarios de ellos llamen a los suyos y por tanto las llamadas terminen en sus redes.

Cualquier estimación, en tanto no haya una definición del regulador con base en análisis de mercado, serán afirmaciones que pisarán el terreno de las hipótesis, comentaron abogados, economistas y analistas mexicanos y del exterior con conocimientos en temas de interconexión de redes móviles.

Lo que es prácticamente seguro, que la tarifa que determinará el regulador mexicano difícilmente será de cero pesos como había fijado el Congreso de la Unión en el Inciso A del Artículo 131 de la Ley telecom, que fue lo que dejó inaplicable la Suprema Corte, pues Telcel y su competencia mostrarán al IFT la evidencia documental que respalde los costos operativos de explotar una red de telecomunicaciones móviles, y porque, además, comisionados del IFT han comentado en prensa sobre el uso de modelos de costos para fijar la nueva tarifa, lo que hace presumir a los expertos que Telcel sí podrá cobrar tarifas de interconexión al resto de la industria de cuando menos un centavo, aun siendo el agente económico preponderante en el sector de las telecomunicaciones y sobre el que aplican regulaciones especiales para contener su sobrada posición de mercado.

Entonces se espera que la tarifa que defina el IFT en el último trimestre del 2017, en diciembre o antes, será “positiva” para el mercado; que permita a Telcel recuperar los costos económicos de explotar una red y a los otros operadores desarrollar las estrategias comerciales con las que puedan absorber los pagos por interconexión que tendrán que cumplir con la filial de América Móvil cuando sus usuarios llamen a los del preponderante.

“Hay un ancho margen de maniobra respaldados por elementos del mercado con el que IFT podrá establecer una tarifa positiva, muy cercana a cero; por eso mismo es posible advertir que no habrá escalada de precios en los servicios que reciben los usuarios y la competencia (entre operadores) no se verá afectada; no tendría por qué”, platica el economista Víctor Pavón-Villamayor, presidente ejecutivo de Oxford Competition Economics. “El margen es amplio y el IFT puede crear muchos esquemas, inclusive una tarifa cercana a cero o una tarifa diferenciada, adaptada a las capacidades de cada operador y éstos seguramente pelearán porque así sea, pero, a diferencia del Congreso, cualquier resultado que obtenga el IFT va estar bien soportado, porque sus metodologías ya las tiene bien probadas; bien trabajadas y para eso está lleno de profesionales allí adentro”, coincidió Salomón Padilla, abogado experto en telecomunicaciones.

La polémica por la tarifa cero, una medida que ha enfrentado a la industria en dos bandos desde los años 2013 y 2014, establece en letra que la empresa que sea considerada como agente económico preponderante no cobrará una tarifa económica a sus competidores cuando las llamadas de ellos terminen en sus redes. Esa es la obligación legislativa que Telcel combatió en tres instancias judiciales, la última en la Corte, por considerar que es un mandato “confiscatorio”, que vulnera la operación de sus redes móviles en cuanto a costos y por tanto, golpea sus estados financieros generales.

Los actores que opinan distinto a Telcel mantienen una posición de que el mandato del poder Legislativo creó una serie de incentivos a favor de la competencia en la industria y más directamente para los consumidores, al permitir que compañías como Movistar o AT&T puedan configurar planes de servicios más atractivos o ampliar sus coberturas de red con el re-direccionamiento de los recursos que antes pagaban a Telcel a hacia esos otros rubros.

Distintas notas periodísticas y opiniones de analistas en la prensa especializada presumieron este fin de semana, que el Instituto Federal de Telecomunicaciones establecerá una tarifa muy cercana a los 0.2045 pesos por minuto por servicios de terminación conmutada en las modalidades de “el que llama paga” o “el que llama paga nacional”, la cifra que el regulador fijó en marzo del 2014 en esta materia previo a que entrara en vigor la llamada “tarifa cero” con el respaldo del artículo 131 de la Ley telecom.

Pero la comisionada María Elena Estavillo llama a no adelantarse a lo que defina el pleno del IFT, pues tomar a esa tarifa como referente único es un yerro, porque es más cercana a la obsolescencia. En conjunto con sus colegas, afirma, se tomarán en cuenta otros elementos como las eficiencias tecnológicas y lo aprendido por el regulador en los últimos tres años con otros modelos de costos en tarifas de interconexión que lo llevarán a determinar una tarifa para Telcel más apegada a la realidad del mercado.

“Obviamente, aquella siempre es una referencia; pero es de un modelo que ya no estamos usando; es un modelo que estaba basado en un concepto de costos incrementales promedio a largo plazo y ocurrió que hicimos una revisión profunda a nuestros modelos de costos y decidimos cambiar de costos incrementales a costos puros, debido a que anteriormente no estaban considerados otros elementos que ahora arrojan costos más bajos (en tarifas de interconexión)”.

“Aunque tenemos que esperar a la notificación de la sentencia de la Corte, nosotros ya tenemos trabajo hecho. La tarifa cero sí es importante, pero no está de más comentar que no es la única tarifa; hay otras como tarifas de originación o tránsito y esas las hemos venido determinando para el preponderante (Telcel) y entonces sí hemos trabajado. Con eso no quiero decir que esos modelos los vamos a utilizar para determinar la nueva tarifa, pero sí que tendremos que hacer un nuevo análisis y que ya tenemos trabajo andado, porque tenemos una variedad de modelos”, platica con este medio la comisionada María Elena Estavillo.

En adelante, los competidores de Telcel deberán ajustar sus planes de negocio para cumplir en su oportunidad con las tarifas de interconexión por terminación de llamadas.

Los analistas del mercado esperan que, por ejemplo, AT&T y Movistar, reserven una parte de sus ingresos para dar cumplimiento a esa medida y que tal podrá ser absorbida dentro de su margen operativo sin que necesariamente tengan que ser trasladados nuevos costos al usuario.

“No habría ninguna razón para que los precios a los usuarios finales subieran. En un principio, los costos podrán absorberlos las empresas sin que los transfieran directamente a los usuarios o tendrán qué pensar a qué segmentos trasladarlos, porque algunos son muy sensibles, particularmente los más rentables. Si llegaran a haber escaladas de precios, no será en automático”, plantea Víctor Pavón-Villamayor, de Oxford Competition Economics.

“Ahora, la competencia va a ser descarnada. Los competidores que compiten con Telcel van a hacer lo que sea por no perder a sus usuarios más valiosos, porque la tarifa cero no define todo el mercado. Pienso que ahora a AT&T le va a ir muy bien, que responderá muy rápido, por eso triunfan en Estados Unidos: porque saben competir y para las empresas que apostaron a la tarifa cero, a sus abogados o directivos que las llevaron a eso de basar su negocio en lo que provee una tarifa deberían expulsarlos”, dice Salomón Padilla, de SAC Abogados.

Padilla y Víctor Pavón-Villamayor coinciden en que AT&T y Movistar tendrán margen de maniobra para soportar los costos de interconexión con Telcel, porque esa compañía, con sus 70 millones de clientes y con la obligación de pagarle a esas otras empresas por interconectar a sus clientes, tuvo que diseñar estrategias de eficiencia en costos operativos de red, lo que además la llevó a bajar los precios de sus paquetes de voz en los últimos tres años.

La industria se ha manifestado porque el IFT lance pronto una consulta pública para definir el monto de la tarifa de interconexión para Telcel, pero los expertos consideran aquella posibilidad como “inapropiada”, aunque sí una medida para “transparentar más sus actos”, pero insisten en que es competencia de un organismo técnico definir sobre conceptos técnicos. “Lo que se hace en democracia no debe hacerse en industria técnica; en el Congreso ya habló el pópulos sin conocer y ya vimos lo que pasó”.

Cualquier decisión a la que llegue el IFT con la tarifa de Telcel no será bien vista por todos en la industria, puede ocurrir que ni por el mismo preponderante, comenta Juan Gnius, analista en el argentino TyN Media Group, por lo que no es descartable un nuevo “laberinto judicial” para el tema de la tarifa cero:

“Pero ha quedado claro que es competencia del regulador definir sobre tarifas de mercado; eso es certidumbre para la industria. Y en lo que algunos logran suspender con actos judiciales cualquier tarifa que llegue a establecer el IFT, estará claro que mientras los precios del mercado los determina la competencia y no los costos, y que algunos tendrán que asumirlos y buscar la manera de mantener su margen de utilidad. Ningún operador se irá de México por una tarifa de interconexión”.

El Economista

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