Un vehículo de diseño deportivo que nunca logró serlo y hoy es altamente cotizado en el mercado de autos clásicos.
En 1972, Volkswagen comenzó a comercializar su Serie SP, constituida por un grupo de vehículos deportivos desarrollados para el mercado brasileño, algunos países de América Latina, Portugal, África y Medio Oriente.
La idea surgió en Brasil y Volkswagen no dudó en crear un producto de corte deportivo para el mercado local.
Se dice que las siglas SP hacen referencia a la palabra Sao Paulo, aunque en realidad se refieren al término Special Project. El proyecto inició en 1972, y fue hasta 1976 que la marca germana decidió terminar el ensamblaje de estos peculiares pero muy bonitos vehículos de tracción y motor trasero.
La idea surgió debido a que en Brasil prácticamente no había deportivos y Volkswagen vio una oportunidad de crear algo diferente.
La subsidiaria Volkswagen Brasil siempre gozó de una cierta independencia de la matriz alemana, así que en 1969 arrancaron un proyecto independiente, totalmente hecho en el país, para un automóvil deportivo de carrocería liviana.
Un equipo de ingenieros inició lo que llamarían el Proyecto X y presentarían tiempo después en la Feria de la Indústria Alemana en marzo de 1971.
En directo, el Volkswagen SP se autonombra como el sucesor del mítico Karmann Ghia. La serie de vehículos fue basta y se puede decir que hubo varias generaciones del SP aunque los cambios entre vehículos eran muy sutiles.
El deportivo de VW fue construido en la plataforma del Volkswagen 1600 Variant, ofrecido con un impulsor bóxer de 1.6 litros. Después llegó la variante llamada SP1, misma que subía su cilindrada a los mil 700 centímetros cúbicos. El rango de potencia de los SP iba desde los 70 hasta los 85 hp.
Cuando el auto fue presentado, rápidamente atrajo la atención de los entusiastas de la velocidad y al mismo tiempo el interés de los analistas de la época.
Poseía un interior refinado, un ensamble bien trabajado, muchas mejoras en relación al equipamiento que se conocía por Volkswagen y un manejo nuevo para los seguidores de la casa alemana.
Si bien es cierto que este Volkswagen buscaba darle batalla al icónico Puma GT, nunca pudo capitalizar su desempeño para instalarse por encima del felino histórico. Lo último se debía a que el Puma era fabricado en fibra de vidrio y naturalmente era más ligero que el SP, cuya construcción era en acero y materiales metálicos.
El Volkswagen SP pudo vender un total de 10 mil 207 unidades, de las cuales 670 se exportaron a Europa y las otras se quedaron en nuestro continente para crear un muy interesante estilo de vida entre los coleccionistas.
Actualmente, los precios de un ejemplar bien conservado pueden ser bastante altos.
El Financiero
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