Por primera vez en la industria automotriz, BMW introdujo en sus procesos de producción el primer robot colaborativo que se adapta al cuerpo humano.
La alemana BMW en dicha provincia puso en operación un traje robótico que se colocan los operadores en la línea de producción para evitar daños en su sistema óseo, en particular en hombros y brazos, y al mismo tiempo hacerlos más productivos.
En un recorrido por la planta de Spartanburg, que produce unas 400 mil 400 unidades anuales a 23 años de su fundación, en la actualidad se implementa tecnología colaborativa para incrementar la seguridad y rendimiento de sus empleados.
De esta manera se incorporó a los procesos de producción el primer traje biomédico y ergonómico a uno de los empleados.
Se prevé que en las siguientes semanas se otorguen equipos a cientos de operadores identificados en 30 áreas de trabajo y posteriormente se expanda a toda la red de BMW.
Además de este sistema, la compañía implementó desde hace cuatro años un brazo mecánico en la línea de adaptación de engomados a las puertas de los vehículos, con lo que se evita que el operador se lastime las muñecas de las manos.
El trabajador coloca los engomados, mientras que el brazo mecánico (existen cuatro en la planta de Spartanburg) aplica la presión necesaria para que quede sellado.
A estos sistemas, BMW los ha llamado “robótica colaborativa” y es pionera en impulsar el uso de dicho dispositivo.
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