Consorcio chino, único postor para construir tren de alta velocidad
Un consorcio liderado por capital chino fue el único en postular para un proyecto de tren de alta velocidad que conecte la superpoblada capital mexicana y la ciudad de Querétaro (centro), informó este jueves el gobierno.
El miércoles, fecha límite para la entrega de proyectos, “se recibió una sola propuesta” del consorcio conformado por China Railway Construction Corporation y otras cuatro empresas mexicanas, indicó un comunicado de la Secretaría (ministerio) de Comunicaciones y Transportes de México.
Este proyecto asciende a casi 59.000 millones de pesos (más de 4.265 millones de dólares), lo que cubre “el costo total” de los ferrocarriles y los 210 kilómetros de vías que serán necesarias, añadió la misma fuente.
Este concurso se inscribe en la decisión del presidente Enrique Peña Nieto de regresar al país el servicio de trenes de pasajeros que desapareció hace más de una década, a excepción de algunas rutas turísticas.
Según la cartera de Comunicaciones y Transportes, un total de 16 empresas declinaron la convocatoria, incluyendo gigantes de la industria como la japonesa Mitsubishi, la francesa Alstom, la canadiense Bombardier y la alemana Siemens.
El gobierno de México decidirá el 3 de noviembre si acepta el proyecto presentado. De ser así, se espera que las obras se inicien en diciembre para que hacia 2017 esté operativo el tren que transportaría unos 23.000 pasajeros diariamente a una velocidad superior a los 300 km/h.
Peña Nieto está interesado en estrechar los lazos comerciales con China y el año pasado recibió a su homólogo Xi Jinping en una visita de Estado.
Con un comercio fundamentalmente ligado al vecino Estados Unidos, México tiene una balanza comercial altamente deficitaria con China. Según datos oficiales, la segunda economía latinoamericana importó en 2013 más de 61.000 millones de dólares en mercancías del gigante asiático y sólo exportó por 5.470 millones.
Por su parte, China ha expresado su deseo de participar “activamente” en la apertura del sector petrolero de México, que por primera vez en los últimos 76 años permite a capitales privados -nacionales y extranjeros- la exploración y explotación de crudo y gas natural.
AFP