La situación en Medio Oriente, en especial en Irak, puede llegar a “proporciones inimaginables” para los mercados petroleros en el mundo si se suman los movimientos de insurrección en el norte de África, especialmente en Libia y Egipto, alertaron a Notimex académicos y expertos.
La catedrática en Relaciones Internacionales del Tecnológico de Monterrey, campus Toluca, Arlene Ramírez Uresti, destacó que en esa región del mundo existe una gran tradición de grupos de inversión estadounidenses que buscan participar en Medio Oriente.
“Es un momento complicado para el sector energético, parte de los intereses de la Unión Europea y de Estados Unidos radican en estabilizar los precios tanto del petróleo como del gas natural”, ya que ponen en riesgo la estabilidad global, abundó.
La especialista destacó que desde el inicio del conflicto, la región ha registrado una escalada en los precios del gas natural de hasta 50 por ciento, aproximadamente, aunado a los recientes conflictos entre Rusia y Ucrania por el territorio de Crimea.
De tal forma, mencionó que la situación podría tener “proporciones inimaginables” si se suman los movimientos de insurrección en el norte de África, especialmente en Libia y Egipto, países que están tratando de sacar a Estados Unidos del juego político y energético del Medio Oriente.
Al respecto, la catedrática refirió que el peor panorama del conflicto en Irak en el corto plazo sería una guerra civil, pero sería catastrófico para la región, toda vez que no se recupera de la invasión estadounidense.
Para el coordinador del área de Relaciones Internacionales de la Universidad del Valle de México, campus Querétaro, Juan Roberto Reyes Solís, es inevitable la formación de un “estado” kurdo al norte de Irak, ya que han planteado su autonomía y pedido apoyos a las grandes potencias a cambio de recursos energéticos, lo cual generará un cambio en la geopolítica regional.
Ello, estimó, pues en medio de las situaciones de inestabilidad del Irak contemporáneo emergería un territorio el cual se convertiría en un bastión de las potencias occidentales, e implicará un foco de atención para otros ejes económicos.
En cuanto a las repercusiones económicas, Arlene Ramírez Uresti, consideró que dicho panorama afectaría a la región, pero también a otros países, en tanto que para México “el escenario es hasta cierto punto favorable”, ya que no es parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Refirió que al no ser parte del organismo no está sujeto a sus reglas de mercado, lo cual ha beneficiado en crisis anteriores, ya que ante algún tipo de conflicto “los mercados internacionales vuelven a mirar al petróleo mexicano”.
Sin embargo, dijo que actualmente la economía es tan globalizada y hay tanta inversión extranjera en todos los países que los escenarios de crisis en cualquier parte del mundo afectan y tienen un impacto mediano o mayor, según el grado de involucramiento de las economías.
Mientras que para el especialista de la UVM, el precio de los energéticos ha registrado un alza importante en los últimos años, por lo que se debe buscar una forma para estabilizar la oferta e impulsar una reducción en los precios.
Agregó que esta posibilidad sería favorable para los consumidores del energético en los países del Medio Oriente, pero tendría un efecto negativo para quienes producen y exportan hidrocarburos al tener que ajustarse a dichos precios.
NTX
