Systra halla nuevo daño en vías de la Línea 12 del Metro
Un nuevo daño en las vías de la Línea 12 del Metro, que afecta la estabilidad, operación y presenta un riego de descarrilamiento del tren, fue detectado en los análisis de la empresa Systra.
El problema, identificado como movimiento transversal por deslizamiento, se presenta cuando las ruedas metálicas del tren, al momento de hacer contacto con el riel, dejan un rayado, lo que provoca que aumenten las vibraciones con el paso de los convoyes, sobre todo, en las curvas, un riesgo que debe ser tratado.
“El desgaste ondulatorio es acompañado de rastros de chariotage, que se genera por el movimiento transversal de la rueda por deslizamiento”, indica el reporte final de Systra.
“Este fenómeno se comprueba en ambas filas de los carriles de la curva; en los casos más avanzados se observa una fluencia de metal con creación de una rebaba en la parte exterior del riel”, agrega.
De acuerdo con el documento entregado por Systra a la Secretaría de Obras del DF, ese fenómeno afecta también la velocidad de los trenes y deberá ser tratado.
La identificación de este daño establece que se deben hacer pruebas, como modificar la rueda en su parte interna, es decir, en su conicidad.
“El estado de las infraestructuras es alarmante, a causa del número de desórdenes comprobados, de su velocidad de aparición y de evolución, considerando que la línea inició su explotación hace menos de dos años, tal como se indica anteriormente. La mayoría de los defectos (y los más graves) conciernen a los rieles y afectan las curvas”, expone el documento.
“Los problemas de interacción riel/rueda e interfaz infraestructura/material rodante parecen ser la causa de la mayoría de los defectos que afectan a los rieles, pero estas situaciones no deben enmascarar otras causas de las averías y problemáticas de la Línea 12”, añade.
En el reporte se agrega que los problemas transversales pueden tener un control por ultrasonidos, aunque se requieren investigaciones complementarias para conocer el origen de esa rodadura diferente.
Junto con ese problema, también está el de los durmientes rotos, pues el deslizamiento transversal afecta otros elementos de fijación de la vía.
La empresa Auditoría Francesa indica que “los durmientes rotos ya no son capaces de asegurar su función principal, consistente en mantener la separación y la estabilidad del riel. Este estado presenta un riesgo para la seguridad de las circulaciones”.
También, como MILENIO dio a conocer, otro de los materiales que afecta la vía es el balasto que se mezcló con la trituración de rocas extraídas de canteras de piedras duras y piedra calcárea.
Los estándares técnicos indican el uso exclusivo de rocas duras y eliminan sedimentarias, como la calcárea, porque se pulverizan y redondean con rapidez, perdiendo de esta manera su función de sustento de la vía.
“El hecho de mezclar rocas duras con blandas lleva a un desgaste prematuro de las segundas, los finos creados por este desgaste tapan el balasto que pierde parte de su eficacia mecánica y reduce su capacidad de drenaje”.
Milenio