La distensión en el este de Ucrania pone la pelota en el tejado de Poroshenko

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Tras semanas de duros enfrentamientos entre los rebeldes prorrusos y las fuerzas del Gobierno en el este de Ucrania, los gestos de distensión que se han sucedido en las últimas horas ponen la pelota en el tejado del presidente Petró Poroshenko para dar continuidad a su plan de paz.

El pasado viernes, el nuevo mandatario ucraniano anunció un alto el fuego de una semana como primer punto de una hoja de ruta para estabilizar la situación en el país. El plan contemplaba el desarme de las milicias, pero no una negociación política, por lo que fue muy criticado por Rusia y rechazado de plano por los rebeldes, que siguieron combatiendo durante el fin de semana.

El domingo, Poroshenko hizo un discurso a la nación para anunciar que estaba dispuesto a negociar con quienes no tuvieran ”las manos manchadas de sangre”, sin especificar mucho más. Pero el lunes, en las primeras conversaciones entre representantes del Gobierno de Kiev y los líderes de la sublevación prorrusa desde que estallaron los enfrentamientos armados en marzo, se anunció de forma sorprendente que estos también respetarían la tregua “hasta las diez de la mañana del día 27 de julio”.

Mesa de negociación

“Esperamos que durante este periodo en el que las dos partes van a respetar el alto el fuego podamos empezar las consultas para poner en marcha una mesa de negociación sobre el conflicto”, señaló el primer ministro de la autoproclamada república popular de Donetsk, Alexandr Borodái, informa AFP.

Contemporizando, este martes su número dos ha dicho que no volverán a las consultas antes del próximo viernes. “La siguiente ronda de consultas será no antes del 27 de junio. Queremos ver cómo se cumple el alto de fuego”, ha dicho Andréi Purguín a la agencia rusa Interfax, informa Efe.

Además, pocas horas después del acuerdo, logrado con la mediación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y la participación del embajador ruso en Kiev, ambas partes se han acusado de haber violado el alto el fuego.

El Ejército ha dicho que dos de sus puestos en la frontera han sido atacados, aunque sin víctimas, y que las tropas se limitan a patrullar esa línea. Por su parte, los rebeldes han acusado a Kiev de disparar artillería en la localidad de Privolie y causar “víctimas”, aunque no han precisado más. En total, en tres meses de conflicto se han registrado casi 400 muertos.

Putin responde
De madrugada, Poroshenko ha hablado con el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, para tratar la situación y ambos han pedido un esfuerzo a Rusia para que impida que a los rebeldes les lleguen armas procedentes de Rusia. Además, Poroshenko pedía que Moscú diera “un paso adelante” para falicitar el diálogo.

Y a mediodía, el presidente ruso Vladimir Ruso contribuía a la distensión al pedir a sus senadores que invalidasen la autorización para enviar tropas a Ucrania. Ese permiso había sido aprobado una semana después del derrocamiento de Víktor Yanukóvich, el prorruso depuesto a finales de febrero tras semanas de protestas en Kiev, y en vísperas de la anexión de la península de Crimea por Rusia.

Si se sigue el guion tantas veces repetido en estos meses de conflicto, es previsible que Moscú insista ahora en que Kiev dialogue con los rebeldes prorrusos, lo que sitúa de nuevo el foco en Poroshenko. De momento, este se ha limitado a “saludar” la medida de Putin.

Finalmente, el presidente de turno de la OSCE, el suizo Didier Burkhalter, ha confirmado que la organización multilateral está en contacto con los observadores retenidos en el este de Ucrania y con sus supuestos secuestradores.

Dos equipos de cuatro observadores civiles de la OSCE, entre ellos un experto español, están retenidos en las regiones de Lugansk y Donetsk, en el este de Ucrania, desde finales de mayo.

 

RTVE

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