Radiación con protones abre expectativas para pacientes con cáncer

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Expertos médicos de la Clínica Mayo confían que un nuevo sistema de radiación con protones que comenzó a ser utilizado recientemente para combatir ciertos tipos de cáncer, permitirá realizar un tratamiento más efectivo de la enfermedad y reducir los riesgos de reincidencia en los pacientes.

Se espera igualmente que el tratamiento al utilizar un rayo de protones mejore la calidad de vida a largo plazo para los pacientes, quienes actualmente están expuestos a padecer una variedad de efectos secundarios derivados de la radiación convencional con rayos X.

El tratamiento expondrá además al paciente a una menor radiación, al acortar de manera considerable el número de sesiones que serán necesarias, en contraste con las que se requiere actualmente.

El doctor David Foote, director del Departamento de Radiación de la Clínica Mayo, reconoció que aunque el tratamiento no es el mejor para la generalidad de los pacientes, las posibilidades que ofrece resultan bastante promisorias y alentadoras.

En entrevista con Notimex, Foote dijo que los estudios e investigaciones realizados con anterioridad apuntan a que este revolucionario tratamiento marcará un punto de inflexión en los esfuerzos para combatir cierto tipo de cáncer, especialmente entre pacientes jóvenes.

“Hay una evidencia dramática de que podemos tener una mayor efectividad en la cura, y hablamos de pacientes que vivirán por más años, y de que habrá menos efectos secundarios y complicaciones médicas a futuro. Su calidad de vida será mejor”, dijo.

La radiación con protones para tratar cáncer en Estados Unidos ha sido utilizada desde la década de los 70 de manera limitada, y aunque la Clínica Mayo empezó a conducir experimentos desde hace diez años, no fue sino hasta el mes pasado que decidió ofrecer esta opción a sus pacientes.

Foote dijo que la razón principal por la que la Clínica Mayo decidió dar este paso fue la disponibilidad de la tecnología requerida para realizar con más eficiencia y con menos riesgos la llamada terapia de protones intensificada y modulada, o Pencil Bean Scaning (Escaneo con Lápiz de Rayo), como se conoce popularmente.

El rayo que utilizan puede ser manipulado y puede ser desde los dos hasta los cinco milímetros de grosor, según se requiera, y dado que los protones tienen una carga positiva, éste puede ser movido en todas las direcciones mediante el uso de imanes, lo que permite atacar el tumor desde todos los ángulos.

De igual modo, la potencia del rayo puede ser modificada, lo que permite que con una carga alta la radiación llegue a lo más profundo del tumor y ataque la parte superficial con una carga menor.

Quizá una de sus peculiaridades más promisorias es el hecho de que a diferencia de la radiación convencional con rayos X, esta nueva tecnología evita que el rayo atraviese el tumor y alcance a órganos sanos.

Foote dijo que el rayo funciona de la misma manera que como se utilizan crayones en un libro para colorear, y explicó que si se tiene un crayón con punta fina, es fácil colorear entre las líneas, pero ello se dificulta si éste es grueso y grande.

“Si pensáramos que el tumor estuviera entre las líneas y uno lo quiere `colorear´ con una dosis de radiación sin que la radiación alcance órganos sanos alrededor, es importante mantenernos entre la línea, sobre el tumor, para no salir de éstas y depositar dosis en los órganos normales”, explicó.

Destacó que el hecho de que el tratamiento se realice de manera electrónica, hace que sea menos costoso, “y es una manera más eficiente de suministrar la radiación”.

Uno de los aspectos más promisorios tiene que ver con la tasa de recurrencia en los pacientes sometidos a tratamiento con radiación, y como ejemplo de ello citó las investigaciones realizadas en pacientes de cáncer de pulmón.

La posibilidad de que el cáncer reincida en un paciente sometido a radiación es actualmente de 50 por ciento, similar a la tasa de complicaciones severas a futuro a causa del daño provocado por la radiación sobre órganos saludables en la periferia del tumor.

“Con protones la recurrencia es alrededor de 10 por ciento. El paciente vive más tiempo. El paciente promedio tratado con radiación convencional quizá viva alrededor de dos años, pero con el rayo de protones vemos a pacientes vivir desde 3.4 hasta cinco años, y cuando vemos complicaciones severas ésta es menos de 10 por ciento”, dijo.

Foote dijo estos alcances son más promisorios en pacientes jóvenes, quienes ahora viven más años gracias a los avances en los tratamientos, aunque la mayoría padecen complicaciones como adultos a consecuencia del daño provocado por la radiación sobre órganos sanos.

Los estudios han mostrado además que un 20 por ciento de los niños tratados con radiación enfrentan incluso el prospecto de morir a consecuencia de un nuevo cáncer desarrollado por la radiación que los curó.

Actualmente la tasa de éxito en tratamiento de cáncer a base de radiación en niños es de 85 por ciento, y aunque el uso de esta tecnología elevará esta cifra, Foote consideró que aspirar una tasa cercana al 100 por ciento resulta muy ambicioso.

“Lo que nosotros podemos hacer con los protones es eliminar muchos de esos efectos secundarios y complicaciones de largo plazo. No veremos los efectos secundarios de largo plazo o riesgo de cáncer provocado por la radiación”, precisó.

La Clínica Mayo puso en operación su moderno equipo de radiación con protones de 180 millones de dólares el pasado 22 de junio en una joven paciente con cáncer en el cerebro, a la que se sumaron otros siete que padecen cáncer en el cerebro, sarcoma, de pecho, anal y una persona con un tumor en un dedo sometida ya a radiación convencional.

Pese a lo promisorio de sus alcances, el nuevo tratamiento no constituye empero una panacea en la lucha contra el cáncer.

“No es el mejor tratamiento para cada paciente, y no va a curar todos los tipos de cáncer, pero en pacientes seleccionados de manera apropiada la evidencia muestra que vivirán más tiempo, con menos efectos secundarios y complicaciones, de manera que su calidad de vida será mejor, especialmente en niños y adultos jóvenes a quienes podemos curar y puede tener muchos años de vida”, dijo Foote.

NTX

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