Buscan desarrollar combustible a partir de hoja de agave

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La hoja de agave es una fuente alternativa de biomasa, con la cual se puede obtener biocombustible de segunda generación y desarrollar e implementar tecnología que pudiera generar energía sustentable y alternativa.

La alumna de la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas (FCFM) de la UAS, María Elisa Evangelina Ávila Gaxiola, dijo que la industria tequilera extrae la piña de la jima y desechan la hoja, la cual es un biomaterial importante para la generación de bioetanol.

“Este desecho es aproximadamente un 40 por ciento de la proporción de la planta, lo que hacemos es trabajar con las hojas mediante tratamientos acidoenzimáticos para romper lo que es el material celulósico”, aseveró.

Esta planta tiene otros compuestos químicos “que podemos aprovecharlos para la obtención de azúcares libres”, detalló la estudiante del doctorado en física de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).

Ávila Gaxiola explicó que estos azúcares son sometidos a biotransformación, es decir, fermentación, y con ello que se obtiene el bioetanol, este es el combustible de segunda generación.

Sobre sus usos, dijo que el biocombustible puede ser utilizado en cualquier medio de trasporte y como aditivo del combustible, es decir, que se pueden hacer mezclas de gasolina con etanol en ciertos porcentajes, lo que esto sería menos contaminante.

Finalmente, aseguró que la hoja de agave es una alternativa 100 por ciento viable, ya que posee otros compuestos químicos, como los carbohidratos y los frútanos, que se pueden utilizar para la obtención de azúcares.

“Si los comparamos con otros desechos, la hoja de agave es el más viable y compite con la industria alimentaria”, indicó.

Por su parte, José Carlos Ávila Gaxiola, también estudiante del doctorado en Física, es quién se encarga de estudiar el efecto vibratorio de las moléculas de la hoja de agave, utilizando la técnica de Espectroscopia Raman.

Explicó que para este proyecto de biocombustibles, esta técnica es una alternativa rápida y de bajo costo, ya que mide el etanol en la biomasa del desecho.

“Con la técnica Raman se obtienen resultados en cinco minutos y se analizan en un par de horas, cuyos resultados son concentraciones (de bioetanol) muy exactas y precisas”, expuso.

Dio a conocer que con este proyecto, busca contribuir en acortar los tiempos en la toma de decisiones, concluir que material, que ácido y que enzima conviene más para la producción de bioetanol.

El proyecto de ambos se denomina “El estado de los azúcares y material celulósico de la hoja de agave: una alternativa de biomasa para la obtención de bioetanol de segunda generación”.

Esta investigación se presentó en el pasado Congreso Internacional de Superficies, Materiales y Vacío en Ensenada, Baja California, y en el 57 Congreso Nacional de Física, que se realizó en la ciudad de Mazatlán, Sinaloa.

NTX

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