Las acusaciones que vincularon al jefe de Gabinete de Argentina, Aníbal Fernández, con narcotraficantes mexicanos, se debilitaron luego que uno de los principales testigos en su contra reconoció que mintió.
El programa de televisión “Periodismo para todos”, presentó en agosto pasado testimonios que aseveraron que Fernández fue el autor intelectual del crimen de tres empresarios a quienes les pretendía quitar el negocio del tráfico de efedrina que les vendían a narcotraficantes mexicanos.
La denuncia tenía como base el testimonio de Martín Lanatta, quien está condenado a cadena perpetua por ser el autor material del asesinato de los empresarios.
Además del testimonio de José Luis Salerno, un expolicía involucrado en una mafia de medicamentos que traficaba la efedrina con la que se producen metanfetaminas.
El caso comenzó en julio de 2008, cuando una banda de mexicanos fue detenida en una casa de las afueras de Buenos Aires en la que elaboraban drogas de diseño, y que era dirigida por Jesús Martínez Espinosa, un mexicano que después fue condenado a 14 años de prisión por la justicia argentina.
Un par de semanas después del allanamiento al laboratorio, fueron encontrados en una zanja los cuerpos de Damián Ferrón, Leopoldo Bina y Sebastián Forza, empresarios farmacéuticos que habían hecho negocios con Martínez Espinosa y que estaban vinculados tanto con el tráfico de efedrina como con la mafia de los medicamentos.
Lanatta aseguró en el programa que, en realidad, el jefe de Gabinete fue quien ordenó el asesinato porque quería controlar el negocio con los mexicanos que, aseveró, le pagaron al funcionario millones de dólares en efectivo que él mismo le entregó.
Salerno, el segundo testigo, afirmó por su parte que Fernández era “La morsa”, el alias con el que varios de los cómplices del tráfico de efedrina se referían a un supuesto jefe, cuyo nombre jamás fue revelado.
Fernández negó las imputaciones y demandó al canal de televisión, al conductor, a los productores del programa, así como a la diputada opositora Elisa Carrió, quien facilitó el contacto de los presuntos testigos con los periodistas e incluso prestó su casa para que uno de ellos ofreciera ahí su testimonio.
La denuncia se realizó apenas una semana antes de las elecciones primarias de candidatos rumbo a las elecciones generales del 25 de octubre, y pese al escándalo, el jefe de Gabinete ganó la candidatura del oficialista Frente para la Victoria a gobernador de la provincia de Buenos Aires.
Más allá del aval de los votos, Fernández logró otro apoyo inesperado, ya que Salerno, el segundo testigo que lo involucró con narcos mexicanos, se desdijo ante la justicia.
“Frente a las cámaras yo mentí, necesitaba un abogado que me pudiera defender y me ofrecieron ese abogado, y nombrando a Aníbal Fernández me prometieron esa protección, no protección, sino asesoramiento o defensa”, confesó.
Lanatta por su parte sostuvo sus denuncias ante la justicia, aunque la calidad de su testimonio es puesto en duda porque es un condenado por homicidio, además fue desmentido de antemano por su propio abogado y su esposa.
NTX
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