Riesgos y oportunidades en las presidenciales de Ucrania
Las elecciones que se desarrollan en gran parte del territorio de Ucrania para buscar al sucesor del depuesto presidente Víktor Yanukóvich, se realizan en un ambiente difícil por la violencia que involucra a militantes prorrusos en el este del país y la incógnita de lo que podrá ser la política de Moscú hacia su vecino del sur.
De hecho en las ciudades de Donetsk y Lugansk no se pudieron llevar a cabo las elecciones debido a las amenazas de los grupos prorrusos a los funcionarios electorales.
Aunque esas tensiones -internas y bilaterales- han representado una amenaza para las campañas, si los comicios llegaran a buen término, podrían convertirse en el punto de quiebre de la larga crisis que afronta el país desde finales de 2013, cuando se desataron las protestas antigubernamentales que llevaron a la caída de Yanukóvich en febrero pasado.
Un gobierno elegido tendría mayor legitimad dentro y fuera de Ucrania, por lo que podría ayudar a reducir los roces con Moscú y con las comuniades de origen ruso, que dicen temer por la seguridad de esas minorías.
Y si el vencedor fuera el magnate Petro Poroshenko, muchos creen que el presidente ruso Vladimir Putin estaría dispuesto a reducir las tensiones entre Kiev y Moscú.
Unos 35 millones de ciudadanos están convocados a las elecciones, incluyendo a los casi 8 millones que viven en las regiones del este donde se han producido choques con grupos milicianos prorrusos.
Las autoridades de Ucrania esperan que estas elecciones permitan legitimar al gobierno de Kiev.
El obstáculo de los prorrusos
La conflictividad con los grupos prorrusos del este del país lograron que las elecciones no lleven a cabo en todo el territorio, como desearía hacer el actual gobierno provisional de Ucrania.
Esos grupos no tienen ninguna intención en permitir la votación y han amenazado a los funcionarios de la comisión electoral. Además, las oficinas ubicadas en las ciudades donde se han hecho fuertes han sido tomadas por los militantes.
En la región de Crimea, que fue anexada por Rusia en marzo tras un polémico referendo que no reconoció la comunidad internacional, no habrán elecciones, al fin y al cabo ya no es territorio ucraniano.
Si ninguno de los candidatos alcanza más del 50% de los votos, una segunda vuelta se celebrará entre los dos candidatos con más votos el próximo 15 de junio.
¿Quiénes son los principales candidatos?
Un grupo de personas se reunió este sábado en el centro de Kiev para rezar por unas elecciones pacíficas.
El millonario Petro Poroshenko está al frente de las encuestas. En segundo lugar de preferencias de los consultados marcha la exprimera ministra Yulia Timoshenko.
Poroshenko es un empresario de dulces que es conocido como el “Rey del chocolate”. Además es propietario del canal 5 de televisión.
Su principal aliado político es el exprimer ministro Yuriy Lutsenko y el popular excampeón mundial de boxeo Vitaly Klitschko, quien fue uno de los líderes de las protestas que acabaron con el gobierno de Yanukovich.
Una de las promesas electorales de Poroshenko es devolver más autoridad a las regiones, como una forma de calmar las tensiones con el este. Pero el magnate ha advertido que quiere mantener a Ucrania como un estado único.
Su principal contrincante, la ex primera ministra Yulia Timoshenko es una figura carismática, pero a la vez genera mucha polarización en Ucrania.
Timoshenko fue una de las personalidades más críticas del gobierno de Yanukóvich. Estuvo encarcelada acusada de manejos dolosos, aunque sus partidarios siempre aseguraron que su caso era político. Fue liberada tras la caída de Yanukóvich.
En su campaña, Timoshenko ha llamado al presidente de Rusia, Vladimir Putin, el “enemigo número uno” de Ucrania y ha prometido reducir la dependencia de su vecino “hostil”, especialmente en el sector de la energía.
El millonario Petro Poroshenko, prometió más autonomía para las regiones ucranianas.
Los otros candidatos
Inicialmente se habían inscrito 23 aspirantes, pero cinco de ellos decidieron retirarse de la contienda.
Entre ellos estaba uno de los militantes prorrusos y miembro del congreso, Oleh Tsaryov y el líder del partido comunista, Petro Symonenko, quien se quejó de acoso político por parte del actual gobierno en Kiev.
Del grupo de los que siguen en la competencia destaca Dmytro Yarosh, quien es buscado por la justicia de Rusia por cargos de terrorismo.
Yarosh es el líder del partido ultra nacionalista Sector Derecho, que jugó un papel fundamental en la caída de Yanukóvich.
Mykhailo Dobkin, líder del partido del depuesto presidente, el Partido de las Regiones, también aspira a la presidencia.
Yulia Timoshenko, una las figuras más críticas de Yanukóvich, va de segunda en las encuentas.
¿Por qué importa esta votación?
Funcionarios en Rusia y miembros de la oposición del actual gobierno en Kiev afirman que éstos que tomaron el poder de forma ilegal.
La esperanza principal es que al elegir al sucesor del actual presidente interino, Oleksandr Turchynov, las autoridades de Ucrania ganarán la legitimidad y la confianza que están buscando para poner fin a la inestabilidad en el país.
Sin embargo, los poderes presidenciales se debilitaron de forma significativa después de la salida de Yanukóvich del poder.
El próximo presidente solo podrá nominar a los ministros de relaciones exteriores y de defensa, además del fiscal general, para que sean aprobados por el congreso del país.
El resto del gabinete será nombrado por los miembros del parlamento. Además, el futuro presidente no podrá despedir a sus ministros.
Un poco más del 19 % del electorado vive en las tres regiones afectadas por la lucha de los militantes prorrusos: Crimea, Donetsk y Lugansk
Entre Rusia y Occidente
Rusia ha condenado lo que ha denominado como una operación de castigo contra los ruso parlantes que viven en Ucrania y además advirtió como una falta de inteligencia política llevar a cabo unas elecciones mientras la inestabilidad en el país continúa.
No obstante el presidente Putin ha dicho públicamente que los comicios representan “Un paso en la dirección correcta”.
Pero Kiev y Occidente acusan a Moscú de alborotar las tensiones en Ucrania. Algunos plantean la sospecha de que el Kremlin estaría detrás de los intentos de sabotear las elecciones, para debilitar la influencia de Kiev y aumentar la presencia rusa en la región.
La actuación de Moscú durante la crisis política que llevó a la salida de Ya nukovich y a raíz de la anexión de Crimea disparó una serie de sanciones de EE.UU. y la Unió Europea contra funcionatios del gobierno ruso y algunos empresarios,
“Si vemos que continúan la desestabilización que impida llevar a cabo las elecciones del 25 de mayo, nos veremos obligados a seguir adelante con el procesos de sanciones en contra de Rusia”, afirmó en días pasados el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
BBC