Por qué ese mensaje que pegas en tu muro de Facebook para proteger tu privacidad no vale para nada

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Como siempre que Facebook modifica sus términos de uso, reaparecen en los muros de numerosos usuarios esos mensajes estándar que expresan su “oposición”, como si esto tuviera algún efecto legal.

Si eres usuario de Facebook, estarás recibiendo desde hace unos días un aviso de la red social sobre cambios en sus términos de uso y política de privacidad. Unos cambios que entrarán en vigor el próximo año y que afectan a los datos que recibe Facebook y cómo los usa, como puede ser la geolocalización o el acceso a la carga de batería e intensidad de señal del ‘smartphone’.

Y como siempre que se producen cambios de este estilo, reaparecen en los muros de numerosos usuarios esos mensajes estándar que expresan su “oposición” a estos cambios, asumiendo que, por el simple hecho de copiarlo y pegarlo en su muro, Facebook se da por enterado y no aplicará las modificaciones.

Como en las anteriores ocasiones, pegar este mensaje en el muro no sirve absolutamente para nada. Si no quieres que tus datos sean utilizados, la única opción es darte de baja, ya que el uso del servicio implica la aceptación de las condiciones, tal y como advierte la red: “Facebook entiende que aceptas las condiciones si continúas utilizando el servicio”.

Este mensaje viene a tener la misma utilidad (o sea, ninguna) que los de “Hotmail será de pago, reenvía este correo para que no te cobren”, o el resucitado hace escasamente unas semanas -coincidiendo con la aparición del doble check azul- de “WhatsApp será de pago, a menos que reenvíes este mensaje a 10 contactos, en cuyo caso se pondrá verde la pelotita de arriba (SIC)”.

De hecho, el texto que se prolifera estos días es el mismo que circula, con algunas variantes, cada vez que hay un cambio en las condiciones del servicio de Facebook desde el año 2012, como prueba este mensaje colgado en noviembre de 2012:

El mensaje utiliza referencias legales falsas
“Su origen es incierto, pero no parece ser español, ya que si uno se molesta en ver qué dicen esos artículos que mencionan del ‘código de propiedad intelectual’ descubrirá que no tienen nada que ver con el asunto en cuestión”, explica Samuel Parra, abogado especializado en privacidad en Internet y socio de la firma ePrivacidad. “O quizá sí tiene origen español pero el que lo hizo se inventó las referencias legales”.

En cualquier caso, “es irrelevante que uno publique ese mensaje en su muro para transmitir un desacuerdo con las nuevas políticas, ya que Facebook es un servicio privado con sus propias reglas y por tanto, si quieres hacer uso de su servicio, tienes que someterte a sus normas, no tienes capacidad de negociación; si no te gustan sus nuevas políticas, nadie te obliga a usar Facebook, pero si lo utilizas, deberás atenerte a lo que digan puesto que su uso implica la aceptación de sus normas”, agrega Parra.

Al entrar en Facebook la mayoría de los usuarios aceptan (sin leer, reconozcámoslo) sus términos y condiciones, del mismo modo que por ser ciudadano español tienes que cumplir las leyes del país. Y pegar el mensaje en tu muro sería el equivalente a llevar encima un Código Civil en el que has borrado artículos con Tipp-ex y has añadido cosas con bolígrafo: no tiene validez legal.

No obstante, eso no quiere decir que los términos y condiciones de uso de Facebook o cualquier otra red social puedan decir cualquier cosa: de ser contrarios a la ley, por mucho que el usuario acepte las condiciones, serán nulas. “Por ejemplo, en el asunto de la geolocalización específica de la que hablan ahora, habrá que estar a lo dispuesto en las normas europeas de protección de datos (y en las españolas en nuestro caso), pues el dato correspondiente a mi posición concreta en el planeta Tierra se considera un dato de carácter personal y por tanto sujeto a unas prerrogativas muy concretas respecto a su tratamiento”, explica Samuel Parra.

“Cualquier uso que se haga de esta información sin respetar nuestras normas de protección de datos, será ilícito, con independencia de que uno haya publicado o no ese mensaje en su muro de Facebook y con independencia de lo que digan sus nuevas condiciones”.

Una política más clara y sencilla, según Facebook
“Somos muy claros en nuestros términos sobre que el usuario es el propietario del contenido”, explica Facebook España a ELMUNDO.es. En nuestro centro de ayuda y en nuestra declaración de derechos puedes encontrar que se indica que eres el propietario de todo el contenido y de la información que publicas en Facebook, y puedes controlar cómo se comparte a través de la configuración de la privacidad y de las aplicaciones.

Sobre los cambios en sus términos de uso, Facebook señala que no son exactamente nuevos, sino una “actualización de las políticas ya existentes” con el objetivo de que sean más simples de leer y entender, y que los usuarios conozcan cómo la red utiliza la información que recibe. Para ello, han puesto en marcha un centro educativo virtual que ayuda a gestionar los datos.

Sobre los cambios en la geolocalización, Facebook señala que está trabajando en “formas de poder mostrar la información más relevante en función de tu ubicación y de lo que hacen tus amigos. Por ejemplo, en el futuro, si decides compartir tu ubicación, puede que veas menús de restaurantes cercanos o actualizaciones de amigos que se encuentren en la zona”. Para ello, piden al usuario permiso para utilizar la ubicación de tu teléfono.

La red social tiene asimismo interés asimismo en conocer la carga de la batería y la intensidad de la señal del usuario, con el fin de “asegurar que las aplicaciones funcionan correctamente”.

¿Vale de algo el ‘derecho al pataleo?
Vistas las explicaciones, queda claro que el valor legal del mensajito del muro es nulo. Ahora bien, ¿puede tener alguna utilidad el ‘derecho al pataleo’? “Si se hace con conocimiento, sí”, afirma Samuel Parra.

“Si en vez de este tipo de mensaje carente de sentido se hubiera propagado uno pensado con seriedad y esgrimiendo textos legales existentes y coherentes, sí podría transmitir un mensaje a Facebook de que a sus usuarios les preocupa de verdad su privacidad. “Ahora”, continúa Parra, “copiando y pegando un texto incoherente e inconsistente transmite justo el mensaje contrario, que no les importará tanto el asunto cuando ni se molestan en quejarse con conocimiento de causa”.

 

El Mundo

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