Las personas con Parálisis Cerebral Infantil (PCI) requieren de un tratamiento integral para lograr avances que le permitan mayor capacidad de autosuficiencia, ya que 10 por ciento de ellos sufren afectaciones neuromotoras, y 90 por ciento alteraciones visuales.
La jefa del Servicio de Neurología del Instituto Nacional de Pediatría (INP), Matilde Ruiz García, explicó que la PCI es una lesión en el desarrollo cerebral infantil y el daño neuromotor limita los movimientos y postura del menor.
En un comunicado, señaló que cuando se trata de parálisis leve pueden recuperar razonablemente sus habilidades neuromotoras y funcionales.
La lesión, abundó, ocurre en las etapas más importantes del desarrollo cerebral del niño, generalmente durante el embarazo, y hasta los primeros dos o tres años de vida, y esta condición no es progresiva, y las alteraciones visuales se pueden corregir con lentes y terapia.
Detalló que las causas para que se presente esta condición son falta de oxigenación al nacer, infección por virus, desnutrición materna, golpes en la cabeza, afección del sistema nervioso, epilepsia, y fiebres altas que provocan convulsiones.
Ruiz García mencionó que el diagnóstico temprano es fundamental para brindar un tratamiento adecuado de manera intensiva que contribuya a la recuperación.
En ese sentido, comentó que la PCI es prevenible por lo que recomendó tener cuidado en el embarazo, llevar un control prenatal preciso y exacto, ingerir las cantidades necesarias de ácido fólico y mantener una buena nutrición, pues son determinantes en el proceso de desarrollo embrionario.
La terapia, destacó la especialista, procura establecer metas a corto, mediano y largo plazos, de acuerdo al avance neurológico que se logre.
Como parte del tratamiento integral, destacan el nutricional, el ortopédico, de rehabilitación, manejo emocional y psicológico, así como estrategias de aprendizaje.
NTX
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