Las paletas de hielo mexicanas causan furor en Brasil

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No hay negocio que se les resista: centros comerciales, quioscos, panaderías e incluso estaciones de metro; la “paleta mexicana” se expande por todo Brasil a ritmo fulgurante.

La expansión ocurre de la mano de emprendedores que trajeron de México, y aquí reinventaron, el arte de confeccionar estos helados.

No existen datos que cuantifiquen la explosión de este negocio en Brasil, pero una simple incursión en los barrios céntricos de Río de Janeiro, Sao Paulo o Salvador de Bahía sirve para percibir la popularidad de las paletas.

Empresas como Monterrey, creada por el brasileño Pablo Rocha en 2013, son un buen ejemplo de la proliferación del negocio.

“Probé las paletas mexicanas por primera vez en el Carnaval de 2013 y ese fue lo que me llevó a crear la marca”, explicó en entrevista con Notimex este hombre de 32 años.

“Hoy ya tenemos 87 unidades de Monterrey en 15 estados brasileños, así como una fábrica en el estado de Bahía que emplea a 217 personas, cuenta con máquinas de última generación y tiene una capacidad de producción aproximada de 100 mil helados por día”, citó Rocha.

Agregó que en 2014 la facturación de la empresa fue de 30 millones de reales (unos 10 millones de dólares).

Casi todo en Monterrey hace referencia a México: el cactus en el logotipo de la marca, la referencia de la ciudad mexicana e incluso el recetario para confeccionar la base de las paletas de hielo, que trajo un consultor de Rocha tras pasar seis meses en México.

“Cuando creamos el negocio creímos en el cambio de hábitos de los brasileños respecto a los helados”, señaló el empresario, quien admite que se realizaron adaptaciones e innovaciones sobre la base de la clásica paleta de hielo mexicana, que suele ser de frutas clásicos y sin rellenos.

“Aquí en Brasil rellenar el helado se convirtió en un gran atractivo para los brasileños. Hicimos innumerables pruebas de consistencia y sabor”, explicó Rocha, que propone tres modelos de negocio a los franquiciados que quieran sumarse a la marca.

Aseguró que la empresa no sufre la crisis económica que azota Brasil, donde la recesión puede alcanzar el tres por ciento este año, y el objetivo de Monterrey es “cerrar el año con 120 puntos de venta en todo el territorio nacional”.

Una iniciativa similar llevó a la familia Mimura –brasileños descendientes de japoneses- a lanzarse a finales de 2014 a montar Japaletas, marca cuyo nombre evoca los ancestros de la familia y la base del negocio: las paletas de hielo.

“La idea nació de mis dos hijos gemelos, Hikaro y Hyuri, y no pararon hasta que me convencieron para montar el negocio”, explicó Mauro Mimura, cuya empresa se sitúa en el estado de Sao Paulo.

Explicó que desde que comenzaron las operaciones de la compañía ya se abrieron 30 unidades, algunas en forma de “nanofranquicia”.

A cambio de tres mil dólares de inversión, esta autorización permite a un emprendedor hacerse con la imagen de la marca, una heladera y el suministro de paletas de decenas de sabores, desde frutas exóticas brasileñas como el açaí hasta clásicos como la fresa o el limón.

“Mis hijos se pasaron al inicio largas madrugadas confeccionando recetas para dar con los sabores adecuados. Las elaboraciones nuevas son un gran desafío”, relató a Notimex, y aseguró que la fábrica puede producir 50 mil paletas mensuales elaboradas de forma artesanal.

Pese a ser algo más caras –de dos a tres dólares- que sus competidores nacionales, los brasileños ‘picoles’, las “paletas mexicanas” han logrado hacerse un espacio inaudito para los helados.

Han incursionado en el metro de Río de Janeiro y los puestos de venta de periódico, donde se instalan pequeñas neveras para aprovechar clientes que, en veranos de altas temperaturas, no cesan de consumir.

La popularidad de las paletas ha provocado que el recetario de paletas entre en escuelas de gastronomía como “Gelado”, del repostero Francisco Sant’Ana, que en Sao Paulo ofrece cursos a quienes quieran aprender el arte de hacer helados mexicanos.

NTX

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