Iluminan árbol de Navidad gigante en el Vaticano

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Un árbol de Navidad de 25 metros de altura, que adorna la Plaza de San Pedro del Vaticano, fue iluminado hoy con miles de foquitos, durante un acto en el cual se entonaron villancicos alemanes.

El abeto rojo ubicado junto al obelisco central de la plaza fue regalado por tres ayuntamientos de la región de Baviera, en el sur de Alemania, cuyas autoridades estuvieron presentes en la ceremonia de iluminación.

El mismo fue decorado por cientos de esferas de diversos colores (rojo, azul, amarillo y verde) que fueron decoradas por niños enfermos de cáncer como parte de su terapia.

A unos pocos metros también se inauguró un pesebre monumental compuesto por 24 figuras de tamaño natural en madera esculpida y pintada, regalo de la provincia italiana de Trento.

La composición está formada por dos grupos principales: la Navidad con María, José y el niño al centro de la escena con los tres Reyes Magos que llegan para la adoración. Estas seis figuras están vestidas según los cánones del tiempo de Jesús y son vigilados por un ángel desde la parte alta del establo.

Otros personajes están vestidos con trajes típicos de mediados del siglo pasado en la región de los Dolomitas, en el norte de Italia: dos mujeres, una niña y cinco hombres.

Una de estas figuras masculinas está arrodillada en el acto de ayudar a un anciano, en una representación de la misericordia, aspecto muy propio del pontificado de Francisco y al cual el Papa ha dedicado un año santo apenas iniciado.

Los animales (el burro, el buey, algunas cabras y ovejas) completan la escenografía que reproduce los estilos típicos de las construcciones rurales de Trento.

“Jesús no quiso simplemente aparecer en la tierra, no nos dedicó un poco de su tiempo sino que vino a compartir nuestra vida, a acoger nuestros deseos. Porque quiso, y lo quiere aún ahora, vivir aquí junto a nosotros y para nosotros”, dijo el Papa.

Esto durante un discurso que pronunció, la mañana de este viernes, a los donadores tanto del árbol como del nacimiento, a quienes recibió en el Aula Pablo VI del Vaticano.

Según Francisco, la Navidad recuerda la gran misericordia de Dios, quien bajó en medio de los seres humanos para permanecer con ellos.

“El pesebre nos dice que él no se impone jamás con la fuerza. Recuerden bien esto, ustedes niños y jóvenes: el señor no se impone jamás con la fuerza. Para salvarnos no cambió la historia cumpliendo un milagro grandioso. Al contrario, vino con toda sencillez, humildad”, dijo.

“Dios no ama las imponentes revoluciones de los poderosos de la historia, y no utiliza la varita mágica para cambiar las situaciones. Al contrario se hace pequeño, se hace niño, para atraernos con amor, para tocarnos con su bondad humilde, para sacudir, con su pobreza, a cuantos se empeñan en acumular los falsos tesoros de este mundo”, ponderó.

NTX

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