Hospital privado del DF deja morir a mujer en la calle

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El hospital que sería la esperanza de Guadalupe para seguir su tratamiento de hemodiálisis fue el mismo que acabó con sus posibilidades de sobrevivir cuando personal médico se negó a darle la atención.

En la calle, a escasos metros de la entrada al Hospital Materno Infantil “Dolores Sanz” falleció ayer Guadalupe Ramírez Vizcaína sentada en su silla de ruedas, mientras sus primas lloraban su partida.

El cadáver permaneció al menos dos horas en la calle Estrella, casi en la esquina de Soto, en la colonia Guerrero. Abajo de la banqueta el cuerpo de Guadalupe fue cubierto por una cobija y protegido por sus dos familiares.

Minutos antes de fallecer, la mujer fue rechazada de la clínica porque su condición era grave y los médicos no se consideraron capaces de estabilizarla. “Ya había pagado su hemodiálisis, fueron 900 pesos, la pasaron hacia otra sala, pero al verla me dijeron que la llevara a otro hospital, que me fuera al Hospital General porque ellos no podían atenderla”, dijo la prima de Guadalupe, quien a lado de su hermana abrazaban el cadáver de la mujer bajo el intenso rayo de sol.

El dinero fue devuelto y las tres mujeres comenzaron su camino hacia la salida y una vez afuera se dieron cuenta que la mujer de 32 años ya estaba muerta.

“Yo la sentí fría adentro, ya estaba inconsciente y así nos pidieron que nos fuéramos, pero yo creí que todavía respiraba. Cuando llegamos a la calle fue que pedimos la ayuda porque ya no se movió”, dijo la prima.

El viacrucis comenzó desde Valle de Chalco, las tres mujeres tomaron un taxi y por 2ª vez acudieron al tratamiento de hemodiálisis de la mujer que padecía diabetes e hipertiroidismo. En el camino la mujer se mostró inestable.

“En el camino la vi bien, no hablaba mucho, pero traía los ojos abiertos, yo la bajé y la senté en la silla de ruedas y estaba bien”, comentó el taxista, quien permaneció apoyando a las jóvenes mientras esperaban en levantamiento del cadáver y realizaban su denuncia contra el hospital.

Minutos después de la muerte de la mujer, el hospital continuó con sus actividades, pero al ver a las autoridades y a los reporteros cerraron las puertas y no atendieron a más pacientes. Sólo la mujer vigilante del lugar explicó que el mismo procedimiento se sigue con los pacientes que llegan en condición grave.

“Eso se hace con todos los pacientes delicados, aquí no se les puede hacer nada… la señora no tenía cita y las enfermeras de hemodiálisis la vieron muy mal por eso la mandaron al Hospital General”, dijo la guardia.

Debido a que la causa de muerte de la mujer fue enfermedad, la PGJDF no intervino y sólo se encargó de trasladar el cuerpo al anfiteatro.

Agencias

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