FAO advierte que región del Mediterráneo se aleja de su antigua dieta
La región mediterránea experimenta una “transición nutricional” y se aleja de su antigua dieta, considerada un modelo de vida saludable y sistemas alimentarios sostenibles que preservan el medio ambiente y empoderan a los productores locales.
Un nuevo informe de la FAO y el Centro Internacional de Altos Estudios Agronómicos Mediterráneos (CIHEAM), presentado en la Exposición Universal de Milán, examina los efectos negativos de los cambios en las pautas alimentarias en el Mediterráneo y pide un programa de acción en apoyo de dietas más sostenibles.
La globalización, la comercialización de alimentos y los cambios en los estilos de vida -incluyendo el rol que las mujeres desempeñan en la sociedad- están alterando los patrones de consumo en el Mediterráneo, dejando atrás frutas y legumbres y orientándose más hacia la carne y productos lácteos, según el informe.
Dijo que mientras que en el Mediterráneo meridional siguen luchando con la subalimentación, muchos países de la región se enfrentan cada vez más a la obesidad y el sobrepeso.
Al mismo tiempo, la región en conjunto está viendo un aumento de las enfermedades crónicas debidas a la alimentación, que conducen cada vez más a la discapacidad y muerte.
La subalimentación sigue siendo un problema importante en el sur del Mediterráneo, al igual que el retraso del crecimiento -baja estatura para la edad- entre los niños menores de cinco años, tanto en los países del Mediterráneo meridional como oriental.
La presentación de este jueves forma parte del programa “Feeding Knowledge” (Alimentar el conocimiento), con el que la Expo Milán 2015 fomenta la cooperación en la investigación y la innovación en la seguridad alimentaria.
El enfoque de la dieta mediterránea en el aceite vegetal, cereales, verduras y legumbres, y un consumo moderado de pescado y carne, se asocia con una vida larga y saludable.
Ello debido a que se basa en gran parte en hortalizas, la dieta tiene relativamente escaso impacto en el medio ambiente, requiriendo menos recursos naturales que la producción animal.
“La dieta mediterránea es nutritiva, integrada en las culturas locales, sostenible a nivel ambiental y compatible con las economías locales”, señaló Alexandre Meybeck, Coordinador del Programa de Sistemas Alimentarios Sostenibles de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
“Por este motivo es esencial que la continuemos promoviendo y apoyando”, destacó.
Pero con productos que llegan cada vez más desde fuera de la región y la variedad de paisajes locales que está siendo transformada por los monocultivos, los sistemas alimentarios tradicionales se ven afectados por unos hábitos dietéticos cambiantes.
Las estimaciones sugieren que hoy tan sólo se sigue produciendo en la región un 10 por ciento de las variedades de cultivos tradicionales, habiendo sido sustituidos muchos de ellos por un número limitado de cultivos no nativos mejorados.
El turismo, el desarrollo urbano, el agotamiento de los recursos naturales y la pérdida de los conocimientos tradicionales, contribuyen en conjunto a una rápida disminución de la diversidad genética de los cultivos y razas animales en todo el Mediterráneo.