El café esta en nuestros genes y provoca daños

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El café contiene cafeína, la cual te despabila y te pone alerta. Desafortunadamente, puede causar problemas digestivos en algunas personas. Si tienes acidez, diarrea o constipación, intenta reducir la cantidad de café que ingieres para ver si eso ayuda. Eliminar abruptamente el café de tu rutina puede causarte dolores de cabeza debidos a la abstinencia; reduce la ingesta de café poco a poco para minimizar estos efectos.

Acidez

La acidez también es llamada reflujo ácido y ocurre cuando el ácido del estómago vuelve al esófago. Puede que tengas una sensación de quemazón en el centro del peco o en la parte de atrás de la garganta. El café y otras bebidas con cafeína pueden empeorar la acidez. Según FamilyDoctor.org, incluso el café descafeinado puede exacerbar los síntomas de acidez. Si sientes que no puedes eliminar el café de tu dieta, puedes aliviar la incomodidad recostándote inmediatamente después de comer, evitando otros alimentos que empeoren la acidez y perdiendo pero si tienes sobrepeso o eres obeso.

Constipación

El café puede provocar constipación en algunas personas. La razón para esto, según el Centro de Información Nacional de Enfermedades Digestivas, es que las bebidas con cafeína tienden a causar deshidratación, y la deshidratación hace que tus desechos sean más secos y más difíciles de expulsar. Beber más bebidas sin cafeína al mismo tiempo que bebes tú café puede ayudar a aliviar la constipación, también ayuda aumentar tu ingesta de fibras y aumentar tu actividad física. Teniendo en cuenta que cualquier cambio en tus hábitos intestinales puede ser indicador de un problema médico, haz que un médico te evalúe si tienes problemas de constipación crónicos o prolongados.

Diarrea y síndrome de intestino irritable

Paradójicamente, el café también puede causar diarrea, especialmente si tienes una condición llamada síndrome de intestino irritable (IBS, por sus siglas en inglés). En este caso, la cafeína en el café puede irritar tus intestinos lo suficiente para causar diarrea. Es posible que evites este efecto secundario si bebés café descafeinado. Habla con tu médico acerca de maneras para reducir tus síntomas de IBS, ya sea aumentando la ingesta de fibras en tu dieta, reduciendo el estrés y comiendo porciones más pequeñas a lo largo del día en lugar de las 3 grandes comidas.

Consideraciones

A veces los problemas que puedas tener con tu sistema digestivo no son a causa del café en sí sino de lo que pones en tu café. Si eres intolerante a la lactosa y le agregas leche a tu café, puede que que tengas calambres estomacales, gases en exceso y diarrea. Cambiar tu leche por una crema sin lácteos puede ayudar en este caso. Por otro lado, algunas personas también son sensibles a los edulcorantes artificiales. Si el tuyo parece causarte diarrea, intenta otro tipo de edulcorante o tomar tu café solo.

Las personas que tomaron café tuvieron una probabilidad algo menor de morir por enfermedades cardiacas, respiratorias, ataques cerebrales, lesiones y por accidentes, diabetes e infecciones, aunque no se observó la asociación con el cáncer.

El estudio también incluyó otros factores de riesgo sobre la mortalidad, tales como el tabaquismo y el consumo de alcohol, y concluyó que quienes tomaron tres o más tazas de café al día tuvieron un riesgo de muerte de un 10% menor, que los que no.

El consumo del café como bebida nació en Etiopía. De allí pasó a Arabia; es en la Meca donde surgen a finales del siglo XIV los primeros lugares de degustación.

Según estudios previos, una taza de café contiene unos 75 miligramos de cafeína. La tolerancia del organismo se sitúa en torno a 300 miligramos al día, entre tres y cuatro tazas. Más de 200 miligramos diarios pueden producir nerviosismo, angustia y fatiga en personas sensibles, y 1.000 miligramos, zumbidos de oídos, delirio, destellos de luz y taquicardia.

El café lo puedes tomar de diferentes formas: Largo, americano, expreso, cortado… sea como sea, el café es una de las bebidas más consumidas del planeta y está detrás de muchos desvelos. Algunos de ellos se han traducido en grandes obras literarias, descubrimientos científicos o desarrollos tecnológicos. Los expertos no terminan de ponerse de acuerdo en si es bueno o malo, si perjudica más de lo que beneficia o al revés. La razón es que no todas las personas reaccionan igual ante la cafeína ni la toleran de la misma manera. ¿Por qué?

Recientes investigaciones, llevadas a cabo por la profesora de Harvard Marilyn Cornelis, han descubierto (de momento) seis nuevos genes relacionados con la asimilación del café en el organismo. Antes ya habían identificado otros dos implicados en el proceso. De los nuevos genes descubiertos, dos se relacionan directamente con el metabolismo de la cafeína, dos con sus efectos psicoactivos y, los otros dos, que aún se están estudiando, con el metabolismo de los lípidos y la glucosa.

Los trabajos de Cornelis arrojan algo de luz no sólo a las razones por las que el café afecta de forma diferente a las personas, sino también a por qué se generan diferentes comportamientos a la hora de tomar café. Sería el caso, por ejemplo, de las personas que sólo toleran una taza de café al día. Si alguna vez toma más, posiblemente tendrá trastornos digestivos y exceso de nerviosismo, lo que le desalentará de tomar más café del tolerado en el futuro.

En realidad, la acción de estos nuevos genes descubiertos sólo explicaría el 1,3% del comportamiento del ser humano frente al café. La misma relación que existe frente a otras sustancias como el consumo de tabaco o alcohol. Posiblemente porque los factores psicológicos y culturales tengan una carga importante en el proceso.

Aún así el factor genético descubierto tiene una gran importancia en el desarrollo de los hábitos de consumo, justamente porque, por mucho que a alguien le guste, si su organismo no lo tolera, no podrá pasar de un americano al día sin empezar a tener molestias en el estómago.

 

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