Científicos revelan que piel permite detección temprana de Alzheimer
Científicos de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) descubrieron, tras cinco años de investigaciones, que la piel humana es una ‘ventana’ para detectar trastornos neurodegenerativos como el Alzheimer y Parkinson.
El hallazgo, que ha sido considerado por especialistas como relevante y de impacto mundial, será presentado en la 67 reunión anual de la Academia Americana de Neurología, a celebrarse del 18 al 25 de abril en Washington.
En entrevista con Notimex, el líder de la investigación, doctor Ildefonso Rodríguez Leyva, indicó que el estudio permitió descubrir que la proteína alfa-sinucleína, que se encuentra anormalmente depositada en las neuronas del cerebro en pacientes con Alzheimer y Parkinson, también se localiza en la piel.
El catedrático de la Facultad de Medicina de la UASLP destacó que la importancia de este descubrimiento radica en que, a través de una simple prueba cutánea, se pueden diagnosticar esos trastornos neurodegenerativos, cuya detección hasta ahora resulta difícil.
En la actualidad, explicó, el procedimiento médico para detectar la proteína es por medio de una biopsia, pero que es complicado obtener una muestra del tejido cerebral en un paciente vivo.
El también representante internacional de la Academia Mexicana de Neurología mencionó que aunque se necesita más investigación al respecto, ‘estos hallazgos son emocionantes, porque potencialmente podríamos comenzar a realizar biopsias de pacientes vivos para conocer más sobre estas enfermedades’.
Subrayó que lo ideal será que ‘cualquier persona tenga acceso a este estudio, el cual sería muy fácil de realizar en un laboratorio de patología convencional y a un costo muy económico’.
La investigación continúa ahora sobre las células de los enfermos para entender un poco más la fisiopatogenia de estos trastornos, con el objetivo de contribuir más al conocimiento de estos padecimientos, agregó.
Por su parte, la doctora María Esther Jiménez Cataño, co-líder de la investigación, dijo, también en entrevista, que se trata de un estudio enriquecedor, en el cual se lograron conjuntar diferentes disciplinas de la medicina.
Refirió que se llevaron a cabo múltiples y variados intentos por buscar el mismo tipo de moléculas que estaban presentes en el cerebro de los pacientes enfermos en otras partes del cuerpo y que finalmente las encontraron en la piel.
Comentó que los resultados de este trabajo fueron enviados previamente a diferentes congresos, foros y revistas médicas internacionales, donde se presentaban sólo como una novedad, sin embargo, se trata de una investigación pionera a nivel mundial.
El diagnóstico de Alzheimer y Parkinson con una muestra de piel ha sido del interés de la Academia Americana de Neurología, por lo que el proyecto potosino será presentado en su próximo Congreso, que tendrá lugar del 18 al 25 de abril en la ciudad estadunidense de Washington.
Rodríguez Leyva dijo sentirse realmente satisfecho de que esta investigación, que contó con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), permitirá que en algún momento se puedan curar estos padecimientos y detectarlos más oportunamente.
En el país, más de 350 mil personas padecen Alzheimer y por arriba de 500 mil tienen la enfermedad de Parkinson, según datos del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía de México.
La propuesta es resultado del trabajo desarrollado por investigadores de las Facultades de Medicina, Ciencias y Ciencias Químicas de la UASLP y del Hospital Central ‘Ignacio Morones Prieto’.
El líder de la investigación adelantó que también estudian otra enfermedad llamada ‘parálisis supranuclear progresiva’, en conjunto con el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía de México, y que pronto publicarán sus resultados.
Otro proyecto que desarrollan es ‘La enfermedad de Parkinson y su relación con la tractografía’, trabajo que llevan a cabo con el doctor Luis Concha Noyola, egresado de la UASLP e investigador del área de Neurociencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).- Por Guadalupe Márquez Ramírez
NTX