Seguimos estando a tres minutos de la destrucción total según el Reloj del Apocalipsis

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La directiva del Boletín de Científicos Atómicos ha puesto hoy en hora el Reloj del Apocalipsis. Se mantiene la de 2015, las 23:57. En otras palabras, siguen faltando tres minutos para la destrucción total de la humanidad.

El Reloj del Apocalipsis, también conocido como Reloj del Juicio Final en su traducción directa del inglés (Doomsday Clock) es un reloj simbólico que “mantienen” los editores de la revista Atomic Scientists, de la Universidad de Chicago. Fue diseñado en 1947 por Martyl Langsdorf para representar la gravedad de una amenaza nuclear: el reloj marca los minutos que faltan para la medianoche, simbolizando que estamos siempre al borde de un evento apocalíptico que podría acabar con nosotros.

Aquel año eran las 23.50, faltaban diez minutos para la medianoche. El reloj se ajusta periódicamente atendiendo al contexto en el que vivimos. La primera vez que se adelantó fue con la prueba de un dispositivo nuclear por parte de la Unión Soviética que inició la carrera armamentística de la Guerra Fría.

En 2015 se cambió de cinco minutos para la medianoche a tres minutos para la medianoche, debido a la nueva amenaza nuclear y al calentamiento global. En 2016, las 23:57 se mantienen porque “los líderes mundiales siguen sin concentrar sus esfuerzos y la atención del mundo en la reducción de la extrema peligrosidad que representan las armas nucleares y el cambio climático”, según explica la directiva.

El propio grupo enumera lo que el mundo tiene que hacer para atrasarlo:

  • Reducir drásticamente el presupuesto en programas de modernización de las armas nucleares
  • Re-energizar el proceso de desarme, con el foco puesto en los resultados
  • Establecer lazos con Corea del Norte para reducir los riesgos nucleares
  • Seguir el acuerdo de París con acciones que reduzcan drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y cumplir con la promesa de mantener el calentamiento por debajo de 2 grados centígrados
  • Solucionar ahora el problema de los residuos nucleares comerciales
  • Crear instituciones específicas para explorar y abordar los malos usos potencialmente catastróficos de las nuevas tecnologías.

El Reloj del Apocalipsis sirve como portada del Boletín de Científicos Atómicos, pero sobre todo es una llamada pública a la consternación por las amenazas que nos rodean. Eliminarlas dependerá de la cooperación internacional.

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