Reino Unido da luz verde a los “bebés de tres padres”
El Parlamento británico dio hoy luz verde a una polémica técnica de reproducción asistida por la cual se desarrolla un embrión de “tres padres” -dos madres y un padre- para evitar la transmisión de enfermedades genéticas incurables. La Iglesia está en contra porque considera que aún no es una técnica segura ni ética.
Por 382 votos a favor y 128 en contra, la Cámara de los Comunes lo aprobó y sirvió en bandeja el nuevo texto legal a los Lores, que se descuenta que también lo votarán y convertirán así al Reino Unido en el único país del mundo donde podrá practicarse esta técnica.
La votación de hoy es una enmienda a la Ley de Embriología y Fertilización Humana británica, de 2008. La nueva técnica legaliza la reproducción asistida con genes de tres individuos. podría ser usada ya en 2.500 británicos, a partir de octubre próximo, beneficiando a uno de cada 6.500 recién nacidos.
El procedimiento, que fue desarrollado por investigadores de Newcastle, utiliza una versión modificada de la fertilización in vitro para reunir material genético de los dos padres más el de una tercera persona.
Decenas de científicos, entre ellos algunos premios Nobel, se dirigieron a los parlamentarios británicos para que aprueben la modificación de la ley. “No estamos proponiendo la creación de bebés a la carta, sino simplemente el cambio de una parte de la máquina que no funciona”, dijo el Nobel de Medicina John Sulston.
La Iglesia de Inglaterra y la Católica se unieron para pedir a los diputados que voten en contra de lo que consideran esta técnica “radical”. La idea no les parece ni segura ni ética, menos aún cuanto implica la “destrucción de embriones”, según publica BBC News.
Los bebés que nazcan gracias a esta técnica tendrían un 0,1% del ADN de una segunda “madre” y el cambio genético establecido en el procedimiento sería permanente ya que pasaría a sus descendientes.
El diario español La Vanguardia publica hoy que “a pesar de que llame la atención hablar de un embrión de ‘tres padres’, la técnica da como resultado un bebé con prácticamente la totalidad de su información genética procedente de los dos progenitores, porque sólo un 0,1% procedería de la mujer que donó el óvulo sano. Exactamente una parte de él: en este óvulo, previa extracción de su núcleo, se habría insertado el núcleo del óvulo de la madre con ADN defectuoso, para finalmente ser fecundado in vitro por el esperma del padre”.
“Se trata del derecho de muchas mujeres a tener hijos sanos”, advirtió el profesor Dough Turnbull, del Centro de Investigación Mitrocondrial de la Universidad de Newcastle, que dirige un estudio concluyente.
La Autoridad para la Fertilidad y Embriología Humanas alega que la experimentación en primates lleva 15 años en curso y demuestra que es un procedimiento sano y seguro en humanos. Otras fuentes lo ponen en duda, como el doctor Ted Morrow, de la Universidad de Sussex, que dice tener sus reservas sobre la “seguridad” del nuevo método: “No creo que sea tan ejemplar como la gente cree”.
“Uno de cada 200 niños nace con un ADN defectuoso en las mitocondrias. La mayoría de los casos no son graves. Pero en uno de cada 6.500 la condición es de mucha gravedad o incluso mortal”, afirma el doctor John Gearhart, de la Universidad John Hopkins, según informa el diario El Mundo.
A la sesión de hoy en el Parlamento asistirá Jessica, una nena que sufre el síndrome de Leigh, que causa lesiones irreversibles en el sistema nervioso central. Sus padres, Vicky y Keith Newell, explicaron al diario The Sunday Times que la salud de la pequeña se está deteriorando y vive prácticamente entubada. “No podemos ni pensar en la idea de tener otro niño que pueda sufrir lo mismo”, alegan. Serían los primeros en someterse a la nueva técnica.
Otro caso es el de la británica Sharon Bernardi, que perdió siete hijos por enfermedades mitocondriales, que son resultado del fracaso en el funcionamiento de las mitocondrias. Estas son las partes constitutivas de las células del organismo, cuya función es la de generar la energía necesaria para mantener la vida y correcta función de los órganos. Estos problemas, que pasan de madre a hijo, pueden producir daños cerebrales, pérdida de masa muscular, fallo cardíaco y ceguera.
El síndrome de Leigh es sólo una de las enfermedades mitocondriales graves que la nueva técnica de reproducción asistida aspira a evitar. También se cuentan entre ellas el síndrome MELAS o la atrofia óptica Leber, afecciones que con el tiempo causan deterioro cerebral, atrofia muscular, ceguera, alteraciones del corazón. Se trata de un anomalía que se transmite sólo a través de la información genética de la madre. Alterar la transmisión en ese mínimo porcentaje que implica la donación de un óvulo de otra mujer significaría un cambio del que se beneficiarían las siguiente generaciones.
El Clarín