El carguero ruso Progress-M-27M, lanzado este martes desde el cosmódromo de Baikonur, se situó en una órbita erronea por causas que aún se investigan, por lo que su acoplamiento a la Estación Espacial Internacional (EEI) fue aplazada para el jueves.
La nave no tripulada, que traslada suministros a la EEI, debía haberse acoplado a la estación espacial alrededor de seis horas después de su lanzamiento del cosmódromo, pero se colocó en una órbita superior a la prevista, tras ser mal situada allí por el cohete portador Soyuz.2.1A.
El fallo a la hora de situarla en su órbita obligaron a optar por el ciclo largo de vuelo, establecido en dos días, según la agencia espacial rusa Roscosmos.
“Hay algunos problemas con la telemetría de datos de la nave espacial. Ellos están siendo trabajados por especialistas de Roscosmos”, dijo la agencia en un comunicado sin dar más detalles.
Los especialistas trabajan en el problema e intentarán establecer contacto con el carguero en su siguiente giro alrededor de la Tierra, ya que por el momento se encuentra fuera de la zona de la radiovisibilidad.
“Tenemos tiempo suficiente para manejar la situación y acoplar la nave a la estación de manera prevista, aunque sea más tarde”, dijo un representante del Centro de Control de Vuelos Espaciales )(CCVE).
Sin embargo, algunos expertos dudan de que pueda acoplarse en el plazo previsto de 48 horas desde su salida.
El acoplamiento en ese plazo “es prácticamente imposible”, dijo una fuente del sector aeroespacial ruso, que advirtió además de que “las imágenes de video recibidas desde la nave indican que ésta gira con mucha fuerza alrededor de su eje”.
“Los técnicos del Centro de Control de Vuelos Espaciales de Rusia han introducido un comando para estabilizarlo, pero todavía no se sabe si se ha conseguido”, precisó.
Se podrá comprobar hasta la madrugada del miércoles porque, tras dar cinco vueltas sobre su órbita, la Progress estará hasta entonces fuera del alcance de los localizadores por radio del CCVE, concluyó el experto.
La comunicación con el carguero espacial se perdió poco después de su lanzamiento y de que el cohete portador lo situara en una órbita 38 kilómetros más elevada que la prevista en su apogeo, tras ser mal situada allí por el cohete portador.
La Progress M-27M transporta casi 2.5 toneladas de suministros para la EEI, incluido combustible, oxígeno, alimentos y equipos científicos, además lleva una réplica de la bandera que los soldados soviéticos izaron sobre el Reichstag en mayo de 1945 cuando capturaron Berlín.
Con esa bandera de fondo, los tripulantes rusos la EII, Antón Shkaplerov, Guennadi Padalka y Mijaíl Kornienko, tenían previsto felicitar por videoconferencia a sus compatriotas con motivo del 70 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi, que Rusia celebrará el próximo 9 de mayo.
La actual tripulación de la plataforma orbital la completan la astronauta italiana Samantha Cristoforetti y los estadunidenses Terry Virts y Scott Kelly.
NTX
