Las mujeres saudíes podrán conducir vehículos en 2018 gracias a una orden real
Las mujeres saudíes podrán conducir un vehículo a partir del próximo junio, gracias a una orden real que les permite ponerse al volante y que hoy ha sido apoyada por los clérigos ultraconservadores, que después de décadas de lucha han permitido este paso de amplias repercusiones económicas y sociales.
“Es un día histórico en la vida de los y las saudíes”, cuando “por fin la mujer puede conducir en las carreteras amplias del reino”, aseguró en la televisión local el miembro del Consejo de la Shura (órgano consultivo), Latifa Shaalan.
Asimismo, subrayó que una gran parte de la sociedad esperó durante décadas este momento, mientras que otro sector del país no pudo criticar la decisión del rey Salman bin Abdelaziz porque es la “autoridad suprema”.
En ese sentido, señaló que la Autoridad de los Ulemas del reino se rindieron ante la “voluntad real” y respaldaron la orden, siempre y cuando se aplique en base a la “sharía” o ley islámica.
Los ulemas islámicos aseguraron hoy que “no ven impedimento en que las mujeres conduzcan en el marco de garantías y leyes para mantener el respeto y dignidad de la mujer”.
Los clérigos ultraconservadores han supuesto un gran obstáculo para que las mujeres consigan alguno de sus derechos más básicos, pero desde su llegada al trono en 2015 el rey Salman ha desafiado su poder y ha introducido cambios legales que han sacudido a la sociedad.
El director de la sección cultural de un diario saudí, Turqui al Turqui, explicó a Efe que los ciudadanos asimilan las novedades rápidamente, como cuando se permitió a las mujeres acceder a la educación en los años sesenta.
En esa época, los más conservadores se oponían a abrir las escuelas a las mujeres, pero el monarca Faisal Abdelaziz pudo introducir esta reforma “de forma gradual y fluida”, añade Al Turqui.
Además, destacó que los chistes que inundan desde el martes las redes sociales no son una crítica, sino una forma “para tratar con las novedades” que tienen lugar en el reino, donde la sociedad y las autoridades se caracterizan por su inmovilismo.
La decisión real no sólo responde a años de movilizaciones y lucha de activistas por los derechos de las mujeres, sino también a motivos más prácticos y económicos, como que las mujeres ya no tendrán que contratar a un conductor privado o depender de un familiar varón que las asista en sus desplazamientos.
La columnista saudí Rouan al Wabel destacó ese aspecto y mostró su alegría porque dentro de unos meses podrá obtener un carné de conducir y “encargarse de sí misma”.
Además, señaló los beneficios económicos y políticos de esta medida, que “alivia la presión interna y externa” sobre el Gobierno -el único país del mundo en el que las mujeres no pueden conducir- y permite “ahorrar el dinero que cada familia paga al conductor” para trasladar a las mujeres.
Al Wabel también hizo hincapié en el “gran cambio social”, ya que sitúa a la mujer en una posición en la que puede competir con el hombre, que “con el paso del tiempo aceptará la independencia” de las féminas, en su opinión.
La posibilidad de conducir abre también nuevas oportunidades laborales, aunque la discriminación de facto impide a las mujeres en Arabia Saudí acceder a muchos sectores o puestos de trabajo.
La empresa de transporte compartido “Careem”, que es la aplicación árabe equivalente a Uber, anunció hoy que ofrecerá cien mil empleos a conductoras mujeres en Arabia Saudí, donde las nuevas tecnologías han servido de plataforma para las reivindicaciones de las féminas en los últimos años.
Otras gran lucha ha sido contra la tutoría masculina, sistema que establece que las mujeres necesitan de un varón (marido o familiar) para realizar la mayor parte de las actividades públicas o trámites administrativos.
En mayo pasado, el rey Salman solicitó a los organismos estatales eximir a las mujeres de presentar el permiso de un tutor para algunos de los trámites, “si no lo requiere la ley islámica”, como en el caso de viajar o casarse.
Además de los límites legales, a las mujeres se les exige el permiso de su tutor para trabajar, aunque no esté estipulado por la ley laboral, o para renovar sus documentos de identidad.
En 2015, se le permitió a la mujer registrarse como familia junto con sus hijos, sin el permiso de su exesposo.
EFE
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