Keanu Reeves es una de esas estrellas de Hollywood aficionadas a la velocidad. En particular si es sobre dos ruedas. Junto con su amigo, el diseñador de motocicletas Gard Hollinger fabrica las KRGT-1 para Arch Motorcycles, hechas para clientes muy exclusivos.
Keanu Reeves no es un amateur en cuanto a motocicletas se refiere. Pero aunque no tiene el más mínimo interés en la ropa “de motociclista”, se mostrará más que dispuesto a hablar sobre las supermotocicletas Arch Motorcycles KRGT-1 que fabrica con su viejo amigo Gard Hollinger, un prestigioso diseñador del mundo de las dos ruedas.
El precio de las motocicletas es de 78 mil dólares y se basan en un prototipo que Hollinger creó para Reeves hace años.
Cada una de las motocicletas de 2.032 cc y motor de dos cilindros en V se fabrican sobre pedido en Hawthorne, California, una hora al sur de Los Ángeles.
“Nos fuimos conociendo mientras fabricábamos esa (primera) motocicleta”, dijo Reeves en julio durante una entrevista en el local de ambos.
A diferencia de conductores más experimentados que empezaron desde chicos, Keanu empezó siendo ya un adulto, pero ya ha acumulado decenas de miles de kilómetros en motocicletas Norton, Suzuki, una BMW 750 de 1974, una Kawasaki KZ 900, una Harley Shovelhead 1984 y una Moto Guzzi, todas de su colección personal.
Reeves habló por primera vez con Hollinger en 2007, cuando le pidió que modificara su Harley para incorporarle el respaldo que puede colocarse en el asiento trasero para que el acompañante pueda recostarse.
Hollinger se negó. “No era lo mío”, me dijo. Fue entonces cuando empezaron a hablar sobre construir una motocicleta totalmente nueva que fuera bella y veloz, un prototipo de neumáticos gruesos y tanque de gasolina curvo como la salpicadera de las Bugatti.
Cuando Hollinger terminó la motocicleta, a Reeves le gustó tanto que quiso más. Muchas más: algunas para sí y otras para compartir con amigos. Quería crear una compañía de motocicletas.
Nunca habían planeado crear una compañía. Había encargado el prototipo sólo para divertirse y conducir. Pero la motocicleta le gustó tanto, dijo Reeves, que no podía sacársela de la mente. Fue entonces cuando empezó a insistirle a Hollinger que hiciera más.
“La idea era un motor de dos cilindros en V, una gran distancia entre ejes con suspensión moderna y la telemetría y la ergonomía que había diseñado Gard”, dijo. “Era lo que quería desde la primera vez que conduje esa motocicleta. Nunca había conducido nada igual”.
Hollinger no estaba convencido porque su compañía, LA County Chop Rods, ya generaba muchos negocios. Pero Reeves no estaba habituado a recibir un “no” por respuesta. Terminó por convencerlo después de largas cenas con alcohol incluido.
“La motocicleta original fue el resultado de lo que Keanu quería en una motocicleta”, dijo Hollinger.
Al menos esa es la historia oficial de por qué esos dos hombres de cuarenta y tantos años siguen dedicando innumerables horas y su propio dinero a la creación de una marca. Reeves se niega a decir cuánto y se limita a mencionar que no tienen inversores externos. Hay una explicación mucho más simple: buscan un sentimiento.
“Tiene que hacerte reír cuando la conduces”, dijo Hollinger.
ESPECIFICACIONES
Cada KRGT-1 está hecha a medida de su propietario, por lo que su velocidad y poder es variable. Pero, en general, cada motocicleta pesa alrededor de 244 kilos y, con 121 caballos de fuerza, puede fácilmente llegar a los 160 kilómetros por hora.
Con sus seis marchas, ruedas de fibra de carbono ultraligero y chasis de aluminio, es más pesada que, por ejemplo, una Ducati xDiavel D de 220 kilos, pero mucho más ligera que una Harley-Davidson V-Rod de 290 kilos.
Su tanque de 18.9 litros alcanza para recorrer 320 kilómetros antes de rellenar.
Cada motocicleta requiere un depósito de 15 mil dólares, previo al pago de 78 mil dólares por unidad.
Si te interesa, la puedes pedir en archmotorcycle.com.
El Financiero
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