La alberca de clavados de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, donde el agua se volvió verde esta semana por una falla en el sistema de filtración, tuvo que ser cerrada este viernes luego que los deportistas reportaron malos olores.
El vocero del comité organizador, Mario Andrada, confirmó el cierre y dijo que se tomó la decisión para resolver el problema pronto.
En el centro acuático Maria Lenk del Parque Olímpico está prevista en la tarde de este viernes la ronda preliminar de la competencia femenina de trampolín individual.
La final tendrá lugar el domingo.
El clavadista alemán Stephan Feck subió en su cuenta de Facebook una foto donde se lo ve cerca de la piscina tapándose la nariz con la frase: “El momento en que quieres entrenarte un poco y la piscina está cerrada. Toda la sede huele como si alguien se hubiera echado gases”.
Después del color verde… ahora cierran una piscina olímpica por mal olor https://t.co/tFVrxxbUx3 pic.twitter.com/AG6Txklih5
— El HuffPost (@ElHuffPost) August 12, 2016
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