Un bebé de un año fue agredido a mordidas en 16 partes del cuerpo, aparentemente mientras se encontraba en la estancia infantil ‘Bambi’, en el municipio de Pueblo Nuevo, Durango.
Por estos hechos ocurridos el martes pasado, la delegación de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) en el estado suspendió su apoyo a las actividades en dicha guardería y la Fiscalía de Durango abrió un expediente de investigación.
La denuncia se conoció en primera instancia a través de redes sociales, y posteriormente fue publicada en medios de comunicación locales.
En dichos reportes, la madre del niño, identificada como Rosa Isela, expuso que cuando acudió a recoger al pequeño a la guardería, éste se encontraba mordido en rostro y cuerpo, por lo que acudió a interponer una denuncia ante el Ministerio Público.
La madre señaló que cuando revisó el cuerpo del pequeño, identificado como Sadquiel, contabilizó 16 mordidas en diferentes partes del cuerpo, principalmente en rostro, piernas y brazos.
Decidimos no dejar las cosas así y menos porque no parece la dentadura de un menor de edad”, dijo la mujer a El Salto Noticieros.
La madre del bebé manifestó que consideraba inconcebible cómo es que los empleados de la guardería no se dieron cuenta de la agresión, pues su hijo, dijo, tendría que haber llorado desde la primera mordida y, al tener 16, no se imagina cómo ninguna empleada pudo darse cuenta.
La directora y dueña de la estancia infantil ‘Bambi’ contradijo sin embargo a la madre de familia. Aseguró que cuando el bebé ingresó a la guardería ya llevaba las lesiones y que la madre se alejó sin firmar el registro de entrada “porque tenía prisa”, aunque aceptó que en la estancia un menor sí mordió en una ocasión al niño.
En declaraciones recogidas por El Siglo de Durango, Margarita Avendaño Velázquez, propietaria y responsable de la estancia infantil, demandó que, dentro de las investigaciones que realice la Fiscalía del estado, médicos especialistas revisen al menor y determinen cuánto tiempo tienen las lesiones que presenta, para determinar dónde ocurrieron las mismas.
Según ella, todas las mañanas el personal de la estancia infantil (cinco trabajadoras) revisa a los niños y, en caso de que alguno presente lesiones, se lo hacen ver a la madre, quien firma enterada de que el niño llegó con algún golpe.
En este caso, dijo la directora, la señora Rosa Isela, madre del menor, no quiso firmar el registro porque llevaba prisa y se fue.
“Hubo un hecho desafortunado: otro menor mordió al bebé, y de esa mordedura yo me hago responsable, pero nada más; las demás lesiones ya las traía”, insistió.
La estancia infantil ‘Bambi’ está integrada a la Secretaría de Desarrollo Social, dependencia que ha retirado los apoyos económicos hasta que se resuelva este asunto, aunque, advirtió Margarita Avendaño Velázquez, la guardería sigue funcionando.
Dicha guardería ha operado en los últimos 5 años con 2 meses, recibe a 38 niños y, de esos, sólo dos no han regresado a la estancia desde que fue señalada por el caso del bebé Sadquiel; “el resto de los menores aquí están porque saben cómo trabajamos y los padres de familia nos han dado su confianza”, aseguró la dueña del sitio.
Sobre el caso, el delegado de la Sedesol en Durango, Javier Hernández, señaló que debido a estos hechos, a la guardería le fue retirado el apoyo de la dependencia.
Explicó que las estancias infantiles son negocios particulares en las que los padres de familia están afiliados a un subsidio que les da la dependencia para que puedan trabajar y que sus hijos reciban cuidados y atención adecuada.
Expuso que se comunicó a los padres de familia de la decisión de suspender el apoyo a la guardería, para que buscaran otras opciones de estancias infantiles y dijo que, una vez que la autoridad competente deslinde las responsabilidades del caso, exigirá que se actúe con todo el rigor de la ley.
Excelsior
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