Momentos antes de entrar a la reunión, a Merkel le fue comunicado este miércoles, que Forbes la confirmaba como la mujer más poderosa del mundo, pero de poco pareció servirle ese título cuanto trató de ejercerlo sentada a la mesa, en la Cancillería de Berlín, con los primeros ministros de Georgia, Garibaschwili, de Moldavia, Leanca, y de Ucrania, Yatseniuk, para tratar de esclarecer los próximos pasos a seguir tras las elecciones ucranianas del domingo.
A pesar de su intención mediadora, no fue capaz de contener al representante del Gobierno ucraniano, que amenazó con demandar a Rusia ante un tribunal de arbitraje en Estocolmo si no cede en la disputa por los precios del gas. “No vamos a pagar 500 dólares por mil metros cúbicos”, aseguró Arseni Yatseniuk tras el encuentro, acusando a Putin de “usar la energía como arma política para la eliminación del Estado de Ucrania”. Yatseniuk encontró la frase con la que conmover a Merkel: “no puede haber un nuevo Muro de Berlín”.
Yatseniuk sigue reprochando a Moscú “una postura no constructiva” y reclama a Gazprom 2.200 millones de metros cúbicos de gas de Crimea. Un portavoz de Gazprom respondía este miércoles que “no sabe de lo que habla” y el Gobierno ruso comunicó que la deuda de Ucrania subirá hasta los 3.820 millones de euros el 7 de junio.
El comisario europeo de Energía, Günther Öttingen, que también se encontraba en Berlín y tuvo la oportunidad de hablar con Yatseniuk, rechazó la exigencia de Kiev de compensación por el gas consumido en la península de Crimea, ahora ocupada por Rusia, al tiempo que garantizaba: “Kiev está dispuesto a pagar si Moscú asegura un precio del gas justo”.
Pero las preocupaciones ucranianas van mucho más allá del precio del gas. El presidente electo, Petro Poroshenko, ha llamado a la UE a reconocer que en Ucrania hay un “estado de guerra”. “La operación antiterrorista no ha hecho más que empezar”, ha dicho en una inquietante entrevista publicada por Bild Zeitung. “Terminaremos con este horror”, ha amenazado, señalando como prioridad la detención de los líderes separatistas y añadiendo que “debe quedar claro que si combatientes fuertemente armados disparan contra nuestros soldados nuestro ejército debe defenderse”.
El Mundo
