Temporada navideña complica los duelos en las personas

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La temporada navideña lleva a muchas personas a la depresión, aunque en ocasiones no pasa de ser una tristeza profunda, sobre todo en quienes han perdido a un ser querido, afirmó la experta Norma Laura Campos Ortiz.

La jefa del área de Tanatología del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Zapopan, señaló que las fiestas de Navidad y Año Nuevo, son fechas donde los sentimientos están muy latentes.

“Pueden acentuar más esta situación de tristeza, independientemente de que haya sido reciente o hayan pasado años de la pérdida de un familiar”, apuntó.

Añadió que es más complicado para quienes enfrentan una muerte imprevista, es decir, fallecimientos perinatales, accidentes automovilísticos, homicidios y suicidios.

“Estarán más propensos a vivir una situación emocional complicada en estas fechas”, dijo.

Subrayó que es normal que la pérdida de un familiar provoque sufrimiento, sin embargo, la especialista detalló que existen diferentes intensidades, por lo que es recomendable acudir a terapia cuando la muerte de un ser querido ocurrió de manera súbita.

Advirtió que “un duelo mal llevado puede llevar a tristezas profundas, incluso a la depresión, en grados extremos hasta al suicidio, y justo en esta temporada es cuando el estado anímico suele afectarse más”.

Refirió que en función a las cuestiones culturales, la represión de las emociones afecta más a los hombres, debido a que la sociedad “les exige ser los fuertes”, no se les permite sufrir ni llorar.

Por esta razón se puede percibir que las mujeres sufren más, pero es porque pueden mostrar sus emociones con mayor naturalidad.

Resaltó que para que puedan celebrar mejor la Navidad las personas que perdieron un familiar deben pensar en todo lo positivo que se vivió con el ser querido (sacar fotografías de momentos felices); durante la cena navideña hablar de la pérdida, no preocuparse si se llora, es algo normal, son muestras de amor.

Tener una fotografía del ser querido en la sala o comedor, en el discurso de la cena de Navidad y de Año Nuevo mencionarlo; tomarse el tiempo para recodar al familiar, pero reincorporarse a la reunión y darse el momento para celebrar la alegría de estas fiestas.

Asimismo, es importante considerar las siguientes señales de alerta: alteraciones en la alimentación y en el sueño (insomnio); cambios de conducta, como el aislamiento.

Así como verbalizaciones de la situación, por ejemplo: “no vale la pena la vida, ya no quiero seguir sufriendo”, ante dichas manifestaciones, es necesario acudir de inmediato con un especialista en salud mental.

NTX

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