El agotamiento intenso y persistente, a pesar de haber dormido por la noche de manera regular, es el síntoma más característico del Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), mismo que afecta mayormente a adultos mayores y a jóvenes, dijo la especialista Juana Guadalupe Rico.
Agregó que el cansancio extremo prolongado por seis meses o más, acompañado de síntomas como dolor de cabeza y de articulaciones, podría ser también indicativo de que se padece este mal.
La jefa de Consulta de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 179 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Jalisco explicó que otras manifestaciones que acompañan este cuadro son depresión, dolor articular y muscular, cefalea, falta de memoria y de concentración, confusión mental, febrícula, debilidad muscular, dolor de garganta o de cuello, e incluso infertilidad.
La especialista añadió que es una condición originada por múltiples factores, entre los que mencionó causas virales de larga evolución, procesos inflamatorios cerebrales, encefalomielitis, alteraciones de tipo autoinmune, cuestiones hormonales y a hechos como que el paciente estuvo convaleciente o en reposo prolongado.
Además, se le relaciona con el estrés social, familiar, laboral, económico y/o profesional (Síndrome de Burnout), a padecimientos psiquiátricos como la depresión crónica, y a deficiencias nutricionales primordialmente de Complejo B, Calcio y Potasio.
No obstante, la experta señaló que el SFC por regla no encaja al 100 por ciento en alguno de los factores o padecimientos antes mencionados, por lo cual se sostiene que es de origen multifactorial.
Manifestó que no es exclusivo de personas de la tercera edad, de hecho es más frecuente en mujeres en edades productivas entre los 30 y 50 años de edad e, incluso, que puede haber niños con la problemática, secundaria a un cuadro de depresión.
Dio a conocer que para establecer el diagnóstico se deben descartar todas las posibles causas que lo originen, para lo cual es preciso realizar al paciente diversos estudios laboratoriales.
Comentó que una vez determinada las causas, se establece el tratamiento que de entrada debe ser multidisciplinario incluyendo una alimentación saludable que contenga los componentes vitamínicos para el buen funcionamiento orgánico.
Así como terapia psicológica, dijo, toda vez que en todos los casos el síndrome de fatiga crónica conlleva un importante componente emocional.
Destacó que también se debe apoyar al paciente con técnicas de relajación con el fin de que pueda obtener a su vez un sueño reparador que le permita un descanso óptimo, y en cuanto al aspecto farmacológico proporcionarle, si es necesario, algún tratamiento anti inflamatorio, o incluso antidepresivo.
La importancia de que el paciente se mantenga tranquilo, es decir que no se angustie si no tiene energía para realizar todas las actividades que se programa para su diario vivir, resaltó.
Además, se le recomienda acercarse al área de Trabajo Social de su clínica con el fin de ser incorporado a algún grupo de autoayuda o salud mental, con los que cuentan las Unidades de Medicina Familiar (UMF), concluyó.
NTX
