Una parte del ‘tesoro’ de más de 50,000 objetos hallado en la profundidad de la zona arqueológica de Teotihuacán será exhibido en marzo de 2015, en el Museo Nacional de Antropología.
“Tiene que verla todo el mundo (…) Se ha seleccionado una muestra importante de estos materiales”, dijo este miércoles Sergio Gómez, el arqueólogo encargado del proyecto.
La semana pasada el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) presentó detalles del hallazgo de esta joya arqueológica ubicada a poco más de 100 metros de la entrada del túnel del Templo de la Serpiente Emplumada, en Teotihuacán, y a 18 metros de profundidad donde se localizaron tres cámaras que preceden a una ofrenda compuesta por millares de objetos.
El lugar podría ser una metáfora del inframundo, estiman los investigadores del INAH que estudian la configuración y orientación del pasaje subterráneo.
Las cámaras encontradas serán exploradas en 2015.
El arqueólogo responsable del proyecto estima que en esas cámaras se encuentran tumbas con restos humanos, probablemente de poderosos personajes que arrojarían luz sobre otras grandes interrogantes de esta enigmática ciudad.
Los habitantes de Teotihuacán cavaron a esa profundidad, en la que estaba el manto freático en época prehispánica, para así “mantener permanentemente un lecho de agua porque, de acuerdo con los mitos, el inframundo tiene su propia geografía sagrada: hay ríos, hay montañas, hay lagos y tiene su propio cielo”, explicó Gómez.
Los arqueólogos encontraron “las paredes y bóveda del túnel recubiertas con un polvo de mineral metálico”, lo que revela que cuando los teotihuacanos “entraban con antorchas, se iluminaba”, semejando “un cielo con estrellas titilando”.
El pasaje subterráneo fue clausurado por los propios teotihuacanos hace 1,800 años.
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