Crece en México tendencia turística de intercambio de casas

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Intercambiar casas para mimetizarse con los habitantes y adquirir rasgos culturales del país que se visita, es una tendencia turística que cada vez toma más fuerza en México, de acuerdo con De la Riva Group.

Así, hombres y mujeres de nivel socioeconómico alto que deciden dejar atrás los típicos lugares turísticos para explorar la ciudad haciéndose pasar como locales en otro país, se denominan “interhousers”.

Este ejercicio surge en los años 50, cuando profesores de distintas universidades del mundo organizaban, a través de correos postales, intercambios de casas para disfrutar largos periodos vacacionales.

Pese a que al inicio esta práctica fue de nicho, gracias a Internet hoy cualquier persona puede intercambiar casas para vacacionar de una forma rápida y fácil.

En su reporte de microtendencias, la agencia de investigación de mercados refiere que a nivel mundial, el número de casas disponibles según el portal intercambiocasas.com, aumentó 17 por ciento entre junio de 2013 y junio de 2014.

En México hay cerca de 550 usuarios registrados en 23 estados de la República; las entidades con más usuarios son Quintana Roo con 104, Jalisco con 102 y Guanajuato con 95.

No hay diferencias importantes entre usuarios de otros países y mexicanos, “todos son personas que tienen una profesión, suficiente poder adquisitivo para viajar y una vivienda en condiciones para intercambiar”, abunda Violeta Díaz, representante del sitio intercambiocasas.com.

Para la mayoría de los mexicanos, la idea de intercambiar casa podría parecer loca, atrevida e incluso peligrosa, toda vez que no se conoce a la persona que ocupará el hogar; de hecho, 31 por ciento de los mexicanos no intercambiaría su casa por considerarlo inseguro.

Sin embargo, por increíble que parezca, los niveles altos, es decir, estratos con el más elevado nivel de vida e ingresos del país, representan 6.8 por ciento de los hogares urbanos, y son quienes han adoptado esta práctica de manera natural; 72 por ciento de mexicanos con nivel socioeconómico alto intercambiaría su casa.

Y es que los niveles socioeconómicos medios y bajos tienen más apego a sus pertenencias, no están dispuestos a prestarlas, considera la firma de investigación.

En niveles medios, 66 por ciento manifestó interés por el intercambio, mientras que 34 por ciento se mostró renuente; en niveles bajos, 67 por ciento aceptaría y 33 por ciento rechazaría la propuesta.

Por todo ello, los “interhousers” están rompiendo estereotipos propios de su nivel socioeconómico, dejando a un lado las comodidades que caracterizan su vida cotidiana para adquirir un estilo de vida alejado del lujo, servicio y confort estandarizado de los hoteles.

No obstante, aclara De la Riva, esto no significa que los niveles altos estén abandonando el concepto de viaje de lujo; simplemente traen a la escena nuevas prácticas que lo resignifican.

NTX

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