Control de ébola en aeropuertos depende de honestidad de pasajeros
No hay una forma 100 por ciento segura de evaluar si los pasajeros de las líneas aéreas padecen una enfermedad como el ébola, que permanece en estado latente y es indetectable durante días.
La confiabilidad de los estudios de los pasajeros que llegan depende en buena medida de que los viajeros sean honestos respecto de si han estado en contacto con personas con ébola.
Si bien el sistema ampliado que se anunció para cinco aeropuertos de Estados Unidos, entre ellos el John F. Kennedy de Nueva York, contribuirá a frenar la extensión de la enfermedad, constituye una defensa imperfecta ante una emergencia compleja de salud pública, dijo Lawrence Gostin, un profesor de legislación global de salud de la Universidad de Georgetown.
Por otra parte, trucos como tomar Tylenol antes de aterrizar les aseguran que podrán pasar por una prueba de fiebre al atravesar la Aduana, algo que los pasajeros ya han utilizado antes, como durante el brote de virus SARS de 2003.
“Si el objetivo es una efectividad del 100 por ciento en lo relativo a impedir que personas con ébola ingresen al país, no va a funcionar”, dijo en una entrevista Anish Jha, un profesor de la Facultad de Salud Pública de Harvard en Boston. El análisis ampliado “constituye un paso en la dirección correcta, pero difícilmente sea 100 por ciento seguro”.
Funcionarios del área de salud han asegurado que detendrán cualquier extensión en los Estados Unidos del virus, que tiene una tasa de fatalidad de alrededor del 50 por ciento y se transmite por contacto directo con la sangre u otros fluidos corporales de una persona enferma.
Los pasajeros cuyo viaje se haya iniciado en Liberia, Sierra Leona y Guinea serán objeto de una evaluación visual al llegar a los Estados Unidos, se les tomará la temperatura y se les preguntará si han tenido algún contacto con personas con ébola.
Los estudios comenzarán este fin de semana en el JFK y se extenderán la semana próxima a Washington Dulles, Newark Liberty, Chicago O’Hare y Atlanta Hartsfield, dijo ayer el gobierno de los Estados Unidos.
PERSONAS INOCENTES
Es probable que el examen no hubiera evitado que el 20 de septiembre ingresara a Dallas Thomas Eric Duncan, el hombre liberiano que se convirtió en el primer caso de ébola diagnosticado en Estados Unidos.
Duncan murió ayer en el Texas Health Presbyterian Hospital de Dallas como consecuencia de la enfermedad. Había estado aislado desde el 28 de septiembre y recibió medicación experimental, diálisis y otros tratamientos.
Incluso si los funcionarios de salud tomaran medidas más estrictas, los resultados no mejorarían mucho, dijo Jha. No se hacen análisis de sangre para detección de ébola hasta que una persona presenta síntomas, lo cual tarda por lo general entre siete y 10 días, dijo.
Los primeros síntomas de la enfermedad son temperatura alta y síntomas parecidos a los de la gripe.
También se corre el riesgo de complicar a personas inocentes, dijo Gostin.
“Habrá muchos falsos positivos”, dijo Gostin. “La mayor parte de las personas cuya temperatura sea alta tendrá gripe, malaria, tuberculosis o alguna otra enfermedad”.
El Finaciero