Apoyo social al ajusticiamiento, producto del hartazgo: especialistas

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El apoyo social a la justicia por propia mano o al linchamiento no puede catalogarse como un rasgo psicótico, pero sí como la muestra del desvanecimiento del Estado de Derecho, expusieron especialistas consultados por Publimetro.

Y es que el pasado 17 de octubre se hallaron, en Tlaquepaque, Jalisco, a seis personas a las que se le mutilaron las manos, y que de acuerdo con las autoridades de dicho municipio, contaban con antecedentes penales por robo y narcomenudeo.

En los últimos 26 años se han registrado 366 casos relacionados con el linchamiento (266 tentativos y 100 actos consumados), y los estados donde se han presentado son Estado de México, la Ciudad de México, Puebla, Morelos, Oaxaca, Chiapas y Guerrero.

Esto de acuerdo con la investigación Linchamientos en México: recuento de un periodo largo (1988-2014), de los doctores Raúl Rodríguez Guillén y Norma Ilse Veloz Ávila de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

El especialista en psiquiatría de la Universidad La Salle, Ricardo Secín Diep, argumentó, en entrevista, que el apoyo a esas manifestaciones no pueden considerarse como comportamientos psiquiátricos.

“Cualquier ser humano puede actuar de manera violenta, en ciertas situaciones extremas, de peligro o de hartazgo. Pero en estos casos, responde más a un fenómeno social, sin que sea una enfermedad psiquiátrica como tal”, apuntó.

Secín Diep, consideró que la empatía social ante el linchamiento responde a que la población no confía en la impartición de justicia.

“Hay cierto hartazgo en la sociedad al ver que no se hace justicia o que no se siente cubierta desde el punto de vista de la Seguridad Pública”, agregó.

En tanto, el jefe del programa de Intervención en Crisis de la Facultad de Psicología de la UNAM, Jorge Álvarez Martínez sostuvo que la empatía social a este tipo de actos se debe a que una parte de la población siente que ha sido “vengada” ante los criminales.

“Si la justicia es omisa, la gente se identifica con este tipo de actos barbaros contra criminales, porque de alguna manera siente que han sido reivindicados”, dijo.

Sin embargo, enfatizó, que no por ello actos como el sucedido en Tlaquepaque, Jalisco dejan de ser bárbaros.

Álvarez argumentó que esta simpatía social no puede catalogarse como un problema psicológico, pero expuso, que para disminuir este apoyo los medios de comunicación tendrán que enfatizar en que la justicia por propia mano es un error.

“Además, es muy importante (para que se deje de apoyar estos actos) que la gente perciba que se hace justicia y que no se deja libres a los criminales, porque la percepción de los ciudadanos es contraria a esto”, puntualizó.

Mientras que el especialista en seguridad de la UAM Iztapalapa, Guillermo Garduño fundamentó que el consentimiento social hacia el ajusticiamiento constituye el fin del Estado de Derecho.

“Es un ejemplo de la barbarie, entonces penetra a las instituciones y las derrumba”, agregó.

NTX

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