¿Aceptarías contagiarte de ébola a cambio de 11 mil pesos?

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Lausana, Suiza, es conocida por sus finos restaurantes, sus viñedos en terrazas, por sus grandiosas calles que descienden a un lado del lago Ginebra y, a partir del 31 de octubre, por la voluntad de algunos ciudadanos que se dejarán inocular el virus del ébola.

La ciudad alojará el mayor estudio de la vacuna experimental en la lucha contra el ébola, un paso clave para detener el brote. Aunque sus calles tranquilas están lejos del contagio en África Occidental, Blaise Genton, el científico líder de la prueba, dijo que se las ha arreglado para encontrar un primer grupo de voluntarios, con una mayoría de doctores y estudiantes de medicina.

Pero reclutar participantes de la comunidad puede ser más difícil. Las personas que se inscribieron para recibir al azar una vacuna experimental o un placebo recibirán 845 dólares (11 mil 350 pesos) como remuneración por el tiempo y por gastos de viajes.

Locatarios a lo largo del lago, la estación de tren y en los pasillos del hospital que conducen al experimento se mostraron cautelosos ante el experimento.

“Yo realmente no quiero tener un virus animal inyectado en mi cuerpo”, dijo Sebastian Charpie, un contador público de Neuchâtel, una comunidad a una hora de distancia.

“La enfermedad viene de otro continente, tal vez por eso me siento menos confiado”, agregó Charpie.

Además, el contador público dijo que la remuneración es baja en comparación con el riesgo.

En el Beau Rivage Palace, donde jardines bien cuidados adornan la pendiente del lago y un café cuesta 10 francos suizos, Cahrpie y otras seis personas entrevistadas dijeron que no se enlistarían para participar en el estudio.

De la misma manera, cinco trabajadores del hospital, un farmacéutico y dos taxistas se negaron a participar como voluntarios.

“Podrían ofrecer miles de veces el monto que pagan y seguiría diciendo que no”, dijo Kabongo Mlamba, un taxista que nació en la República Democrática del Congo, donde el ébola surgió en 1976.

“Los efectos secundarios podrían ser preocupantes”, añadió el padre de seis hijos.

EFECTOS SECUNDARIOS

Los efectos secundarios de los participantes serán monitoreados y su sangre será proyectada como evidencia de una respuesta de inmunidad.

Las pruebas realizadas en el Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos, la universidad de Oxford y en Mali involucraron a docenas de personas a las que se les identificaron efectos secundarios no serios, explicó Genton.

Los síntomas menores incluían dolor en el lugar de la inyección, fiebre moderada y dolores de cabeza, dijo el investigador.

Las reacciones a la vacuna siempre son representativas de la respuesta del sistema inmunológico hacia la vacuna, detalló Marie Paule Kieny, directora general adjunta de la OMS para los sistemas de salud e innovación.

Las pruebas en Lausana son las más importantes de la serie que se han hecho, de acuerdo con la OMS, que está coordinando la investigación. La agencia de salud de las Naciones Unidas también coordina la prueba de una segunda vacuna experimental en el Hospital de la Universidad de Ginebra.

“Si muestran ser seguras y efectivas, las vacunas podrían ser producidas a mayor número a partir del primer cuatrimestre del próximo año, con millones de dosis distribuidas en los países de alto riesgo”, señaló Kieny en un comunicado.

La medicina, hecha por GlaxoSmithKline Plc, será probada en Lausana con 120 adultos sanos. Hasta el momento 50 personas se han propuesto como voluntarias, dijo Genton, quien ha trabajado en más de 20 pruebas de vacunas.

“Esto es muy diferente de todos los demás, te puedo decir que es por eso que estoy bastante optimista”, añadió el profesor del Hospital Universitario de Lausana.

“Necesitamos ir más rápido para que podamos tener algo más de lo que tenemos ahora en términos de medidas de prevención”, agregó.

Un envío de 101 pruebas de la vacuna llegará mañana o el jueves de Estados Unidos, permitiendo habilitar inoculaciones para comenzar esta semana, según Genton. El experimento de inmunización está basado en una versión genéticamente modificada del virus obtenido de un chimpancé que contiene un gen de ébola.

“No sabemos el nivel de anticuerpos necesarios para proteger, o incluso si estos tienen efectividad”, mencionó el investigador.

Una prueba similar utilizando el virus de un chimpancé como un vector de inmunización contra el VIH y la tuberculosis no tuvieron éxito, añadió Kieny.

El Financiero

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