Chiapas: sacrificaban reptiles y usaban su sangre como medicina; autoridades rescatan 14 ejemplares

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La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Chiapas recuperaron 34 ejemplares de reptiles (cocodrilo y caimán) que eran sacrificados y ordeñados con el objetivo de aprovechar su sangre para supuestos usos medicinales y de consumo humano.

En un comunicado, la Conanp precisó que el pasado miércoles 22, durante un recorrido de vigilancia, guarda parques de ese organismo y vigilantes comunitarios recibieron un reporte de habitantes de la comunidad de La Palma (municipio de Acapetahua), quienes aseguraron que en un sitio retenían, sacrificaban y maltrataban a los reptiles.

Al realizar la ubicación del lugar denunciado por los pobladores se encontró y recuperó a los animales, la mayoría de menor talla, aproximadamente de 1.5 metros. Veinte de los ejemplares estaban muertos y los 14 restantes se encontraron con vida.

Los especimenes recuperados, que al parecer llevaban en ese sitio más de 48 horas, presentaban condiciones de deshidratación y algunos tenían mutiladas sus cabezas y colas.

Inmediatamente el equipo interinstitucional procedió a la recuperación, reanimación y liberación de los ejemplares hallados con vida, mismos que se reintegraron a su hábitat en una zona segura y con las condiciones adecuadas para la sobrevivencia de la especie.

Según el texto de la Conanp, en la zona de la costa de Chiapas se ha popularizado el mito de que la sangre de cocodrilo cura enfermedades como la diabetes o el cáncer e inclusive el VIH, pero de eso no se tiene un dato fidedigno por parte de alguna autoridad calificada en materia de salud, por lo que este factor ha visto comprometida también la intención de captura y cacería de los cocodrilianos en la zona.

El predio donde se descubrió el ilícito ambiental en atentado a los reptiles de la Reserva de la Biosfera la Encrucijada –hogar del cocodrilo real (Crocodylus acutus) y el caimán (Caiman crocodilus fuscus)– era referido como “El tlacuachero”, sitio vecino a una invasión ocurrida en terrenos nacionales donde se han verificado irregularidades de este tipo por parte del grupo invasor.

El cocodrilo real y el caimán son indicadores de la salud de los ecosistemas de transición tierra-agua (humedales), y cumplen un papel importante en el equilibrio de los ecosistemas acuáticos regulando a otras poblaciones de vertebrados y contribuyendo al ciclo de transformación de nutrientes, según la Conanp.

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