Los migrantes centroamericanos son objeto de persecución y acoso en la frontera norte y sur de México por parte de agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), en especial los que viajan en “La Bestia”, denunciaron activistas de los derechos humanos.
Como parte del plan Frontera Sur, implementado por el gobierno federal para contener el flujo de migrantes en el país, la empresa Ferrocarril del Sureste (Ferrosur), que es propiedad del consorcio Grupo México
Tanto el norte como el sur, en hoteles y carreteras que conectan a las ciudades de tránsito, los agentes del INM que se hacen acompañar por diversas corporaciones de seguridad, como soldados y elementos de la Policía Federal, realizan redadas contra los centroamericanos que se atreven a cruzar México en busca del “sueño americano”.
Desde hace varios meses la empresa Ferrosur inició con la construcción de una barda que delimita las vías de Tierra Blanca, en lo que apenas se ha convertido en unos metros de una imponente muralla en poco tiempo, ya ha complicado la llegada de los migrantes a un albergue, se ha despertado incertidumbre entre la población, ya que ni siquiera saben por dónde irá la edificación y si este blindaje dejará divido por la mitad al municipio.
Grupo México, es la empresa de Germán Larrea que hoy se encuentra en medio del torbellino por el derrame de sustancias toxicas en ríos de Sonora, y que hasta ahora ha causado la intoxicación de 19 personas, puesto en entredicho la administración del gobernador Guillermo Padrés y devastado la agricultura, ganadería y el rompimiento del gobierno federal con el gobierno estatal por las graves irregularidades para prevenir a los habitantes de la región por los riesgos a la salud de miles de personas en la zona.
Por esta razón, el congreso ha pedido el cierre de la mina y el pago de millones de pesos debido a los daños causados por la minera en dicho estado.
La construcción de esta barda de concreto que mide al menos 5 metros de altura y de resistente alambrado de púas en la cima inició aproximadamente en octubre del 2013 a escasos metros de donde pasa el tren conocido como La Bestia.
La aparición de esta muralla ha ocasionado complicaciones al tránsito migratorio, pero al igual que en otras ciudades por las que cruza el tren, esto solamente se ha convertido en un peligro para la integridad física de los migrantes y no precisamente en una solución para la problemática real.
“Accidentes ahorita no, solamente nos comentan que es más difícil ahorita llegar al albergue y atravesar, claro que para ellos es más cansado tener que caminar más porque muchas veces vienen muy lastimados”, expresó uno de los elementos de apoyo en el albergue Decanal Guadalupano para Migrantes ubicado en Tierra Blanca, Veracruz.
Pese a la inconformidad de algunos ante la incomunicación que sugiere la longitud de esta muralla lo único que ha detenido la obra, es el inoportuno cruce de una vivienda que no tenían prevista en los planos.
“Nadie sabe a ciencia cierta quién dio el permiso, se dice que fue el presidente municipal anterior, que fue ni siquiera pidieron permiso porque es derecho de vía, otros dicen que la barda cruzará toda Tierra Blanca, y otros más que solamente pasará por un tramo de las vías”, expuso el mismo voluntario.
Por su parte, el señor Santos, propietario de la vivienda que queda al pie de la trunca muralla que comenzó a construir Ferrosur el año pasado, comentó que no sabe qué le depara a su patrimonio, ya que las personas que se encargaron de edificar la imponente barda de concreto aseguran que la mitad trasera de su casa se encuentra en lo reconocido como derecho de vía.
Foto: Cuartoscuro.
Afirmó que por su parte siempre habría desconocido tal hecho, ya que el terreno en el que construyó su casa fue comprado por su padre y con la misma suerte le fue heredado.
“Dejaron la barda pegada a la pared, primero habían dicho que quedaba 15 centímetros separada, y bueno, dije yo al menos no me están tumbando la casa, el problema es que dejaron atrás lleno de tierra y se me inunda la casa porque el agua no tiene salida, le escarbaron tantito, pero no es suficiente y toda el agua que descarga de las calles de allá atrás se descansa aquí”, señaló el habitante.
Desde hace al menos dos meses se detuvo la obra, mientras tanto en Ferrosur aún no dan parte a los vecinos de la ruta que seguirá la muralla y si es verdad que esto estaría cruzando casi medio municipio, no obstante, se espera en un ambiente de tensa calma.
MÁS BARRERAS
Las medidas dispuestas por México a petición del país vecino a la frontera norte del país, para “controlar” la frontera sur en aras de lograr que transiten menos migrantes, menos armas y droga, no han derivado sino en el incremento de laceraciones a físicas, corrupción y abuso de derechos humanos de los migrantes centroamericanos que intentan llegar hacia Estados Unidos.
Según cuentan integrantes del equipo de ayuda del albergue Decanal Guadalupano para Migrantes ubicado en Tierra Blanca Veracruz los relatos de quienes transitan del Sur de nuestro país hacia el Norte se han encrudecido, hay más golpes, extorsión por parte de los policías, y las mujeres y niños han detenido su paso ante la vulnerabilidad en la que los posicionan las disposiciones asumidas del gobierno federal mexicano.
Aunque se ha disminuido el tránsito migratorio ahora muchos de los que logran llegar ahí con mayores signos de maltrato, cansancio y con menos dinero.
“El plan frontera Sur ha disminuido el flujo, llegan más cansados, más golpeados, como hay más filtros en la frontera resulta más difícil, hay gente que nos ha contado que le han tocado hasta tres filtros, que les dan su correteada: Migración, Militares, la Marina, Policía Federal, porque hacen los operativos en conjunto”, relata una voluntaria sobre el cambio de condiciones en la llegada de migrantes.
Son quienes mantienen mayor contacto con los migrantes, quienes han constatado que la construcción de bardas y el incremento de los retenes en la parte Sur del país no contribuyen a mejorar en lo absoluto el trato humanitario, simplemente es una cuestión encaminada a la obediencia y cumplimiento de intereses.
MEGA BARDA
En Tierra Blanca, como una medida para contener el flujo migratorio hacia las vías de la “Bestia”, la empresa Ferrosur construye una ‘mega barda’ en esa ciudad, como parte del pan Frontera Sur, que implementa el Gobierno Federal.
De acuerdo a Sin embargo la construcción de más de metro y medio de alto de ladrillos de concreto, tiene también un resorte de púas en la parte superior y resguarda las vías del tren por más de un kilómetro de distancia, dentro del municipio de Tierra Blanca, municipio donde arriban dos trenes de Ferrosur cada día, describe la prensa local.
Voluntarios del albergue temporal, el cual quedó aislado, afirman que con esta medida se busca poner aún más obstáculos en el viaje de cientos de migrantes que transitan por Veracruz hacia la frontera Norte del país en busca del sueño americano.
Es, como la Minera Buenavista, causante del derrame de más de 40 mil litros de tóxicos a los ríos Sonora y Bacanuchi, considerado el mayor desastre ambiental en la historia de esa industria en México, una de las subsidiarias que componen el consorcio de Mota Velasco, compuesto además por compañías constructoras, fondos inmobiliarios, bancos, cines, etcétera.
Ese muro que, se tiene planeado será aún más largo, imposibilita a los migrantes a refugiarse en el Albergue Decanal Guadalupano, un grupo católico de la comunidad de Tierra Blanca, que abrió en 2003 y cuyo objetivo es brindar atención humanitaria gratuita, orientación sobre derechos humanos y protección a migrantes en tránsito.
INTERESES DE FERROSUR
De acuerdo con los encargados del lugar, en los últimos cinco meses sólo han recibido un 10 por ciento de las decenas que solicitaban techo y comida por unas horas. “Esto no es algo nuevo, ya se veía venir, pero obedece a los intereses de Ferrosur. Ahorita, mujeres y niños no están llegando porque como los corretean, ya es más difícil, deben viajar por puntos ciegos, se arriesgan más”, contó una empleada del albergue a medios de comunicación veracruzanos.
El pasado 7 de julio, el Presidente Enrique Peña Nieto implementó el Programa Frontera Sur, cuyo objetivo, dijo, es proteger los derechos humanos de los migrantes que transitan por México y ordenar los cruces internacionales para que el paso sea más ordenado y seguro.
Al poner en marcha el programa, con el mandatario guatemalteco, Otto Pérez Molina, expuso que el proyecto conlleva cinco líneas de acción: un paso formal fronterizo, ordenamiento seguro, protección y acción social en favor de los migrantes, corresponsabilidad regional y coordinación interinstitucional.
Con información del Imagen del Golfo
