Siembra de hortalizas contra la deserción escolar llega a México

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El exitoso proyecto Green Bronx Machine (Máquina Verde del Bronx), que logró en ese barrio pobre de Nueva York reducir los índices de deserción escolar, será implementado en el Distrito Federal, anunció Stephen Ritz, creador de ese programa.

“Estamos encantados de habernos asociado con el Instituto Thomas Jefferson de la Ciudad de México”, comentó el fundador de la Máquina Verde del Bronx, quien dice que su objetivo ahora es poner en marcha la idea de vida saludable y escuelas sostenibles en México, después de lograrlo con éxito en varias ciudades de Estados Unidos.

El programa que capitanea Ritz, docente de profesión, inició con una pequeña “revolución verde” en el barrio marginal neoyorquino, con un esquema en el que los estudiantes plantan hortalizas en colegios con el objetivo de “cultivar” jóvenes saludables.

Logros en EU

El programa, que arrancó hace poco más de una década entre niños de primaria y secundaria problemáticos, logró que las tasas de asistencia escolar subieran de 40 a 90 por ciento, además de que todos los alumnos que participaron directamente en la siembra de hortalizas concluyeron sus estudios de educación media superior.

Ritz y sus estudiantes han cosechado ya 13 mil 620 kilogramos de verduras en escuelas y otros espacios interiores del Bronx a través de dicho proyecto.

“Lo que me gusta decir es que 13 mil 620 kilos de hortalizas después, mi cosecha favorita son ciudadanos que han terminado sus estudios y entran a formar parte de la clase media”, afirmó el emprendedor altruista, quien participó en la conferencia sobre Innovación Social que se celebró esta semana en un hotel de Silicon Valley, California.

Profesor especializado en educación de niños con problemas y discapacitados, Ritz aseguró que su misión es la de querer a sus estudiantes hasta que ellos aprendan a quererse.

“Planta a planta, estudiante a estudiante, calle a calle, estamos creando un cambio intergeneracional totalmente transformador”, aseguró Ritz, quien se vanagloria de “cultivar” seres humanos en el sur de una de las colonias más conflictivas de Nueva York.

“Ahora mismo tenemos a 300 estudiantes en una escuela en el Bronx participando en el programa y hemos expandido nuestra presencia a otras partes de Estados Unidos, desde Boston a Florida, pasando por Washington y Dakota del Norte”, explica Ritz.

Cómo funciona

Las hortalizas se plantan en torres verticales diseñadas para interiores y una vez cultivadas se cocinan y comen en clase, se reparten entre los niños para que se los lleven a casa y también se venden.

“Utilizamos esas torres jardines para criar a niños saludables e inspirarlos a que tengan una vida sana todo el año”, explica el profesor del Bronx, quien lamenta la epidemia de obesidad que sufren los pequeños que viven en los barrios más pobres de Estados Unidos, un problema que también afecta a los escolares mexicanos.

El programa, detalló Ritz, ayuda también a que los niños no se metan en problemas.

“El que los niños estén en clase en lugar de la calle es bueno para todos”, aseguró el profesor, quien celebra que entre sus alumnos estén jóvenes que hace unos años vendían crack y heroína; ahora venden lechugas, pepinos y coles de bruselas.

“Todos nos beneficiamos cuando los niños venden menos crack y más pepinos”, comentó Ritz, quien asegura que “es más fácil criar a niños saludables que intentar enderezar a hombres rotos y enfermos”.

El profesor comentó que, además de la Ciudad de México, Medellín, Colombia será otra capital latinoamericana beneficiada con su esquema de ayuda a jóvenes problemáticos.

“Y también estamos en Medellín. Sí se puede. No pares, sigue, sigue”, bromea Ritz en español.

“Les debemos a nuestros niños oportunidades y lugares seguros y saludables en los que puedan soñar con un futuro mejor”, concluyó Ritz.

Los programas de innovación social centrados en ayudar los niños con menos oportunidades de desarrollo acapararon gran parte de la atención de la conferencia sobre innovación social celebrada en Silicon Valley.

EFE

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