Entre 2008 y abril de 2014 se han suscrito en la ciudad de México más de tres mil documentos de Voluntad Anticipada, que da certeza jurídica sobre los tratamientos médicos que una persona desea recibir ante enfermedades terminales y accidentes.
De acuerdo con el Colegio Nacional del Notariado Mexicano, mientras por un lado los procedimientos médicos salvan vidas, por otro someten en algunas ocasiones a decisiones difíciles como el uso de instrumentos que mantengan vivo en forma artificial a un enfermo en etapa terminal.
Ante ello, en el mundo actual se han creado leyes de voluntad anticipada que permiten expresar por adelantado el tipo de tratamiento médico que se desea recibir, frente a enfermedades terminales y accidentes.
En un comunicado, el Colegio Nacional del Notariado Mexicano refiere que en el país, el Distrito Federal fue la primera entidad en autorizar una Ley de Voluntad Anticipada, la cual está en vigor desde 2012.
Explica que dicho documento, que se suscribe ante un notario público para dar certeza jurídica a tales decisiones, regula además la ortotanasia o muerte digna, es decir, el otorgamiento de medidas médicas paliativas que disminuyen el sufrimiento o que lo hacen tolerable, permitiendo así el apoyo emocional y espiritual a los enfermos terminales.
También permite a toda persona manifestar su decisión de no someterse a medios, tratamientos y/o procedimientos médicos que propicien el uso innecesario de medios e instrumentos para mantener vivo a un enfermo en etapa terminal.
Aun cuando la Ley de Voluntad Anticipada es un concepto nuevo en la legislación mexicana, ya otros estados como Aguascalientes, Coahuila, Colima, Chihuahua, México, Hidalgo, Guanajuato, Guerrero, Michoacán, Nayarit y San Luis Potosí han promulgado leyes de este tipo.
El Colegio prevé que lo anterior irá en aumento en los próximos años, pues otorgar un documento de voluntad anticipada es un asunto de responsabilidad y no de edad ni de buena o mala salud, que dará certeza sobre los tratamientos que se desea recibir.
NTX
