Brasil extendió hoy por seis meses los descuentos fiscales para la adquisición de automóviles, con el fin de impulsar un sector que vive una caída de ventas y producción notables a causa de la menor disponibilidad de crédito y la crisis en Argentina.
El ministro de Hacienda, Guido Mantega, anunció ayer que el Impuesto sobre Productos Industrializados (IPI) seguirá siendo reducido para automóviles a partir de este día y hasta finales de diciembre.
De esta forma, se mantienen los descuentos a los autos, que varían según la cilindrada de éstos y los vehículos con motor híbrido etanol-gasolina de mil centímetros cúbicos mantienen un impuesto del tres por ciento, en lugar del siete por ciento previsto por la normativa.
El ministro apuntó varios factores para justificar la medida: la reducción de los días laborales a causa de la Copa, el encarecimiento de los créditos bancarios para la adquisición de vehículos y la situación en Argentina.
“Tenemos que tomar medidas para hacer posible un segundo semestre mejor que el primero”, dijo el ministro ayer para justificar las medidas.
La Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (ANFAVEA) lleva meses presionando al gobierno para que tome medidas que favorezcan al sector, después de que en mayo la producción de autos bajara 18 por ciento en mayo respecto a igual mes de 2013.
De enero a mayo de 2014, Brasil produjo 1.35 millones de vehículos en los cinco primeros meses, una caída del 13.3 por ciento respecto al mismo período del año pasado.
La industria, que ha promovido paros en las fábricas para responder a la caída de la demanda, prevé que la producción de vehículos alcance este año en Brasil 3.71 millones, un 1.4 por ciento más que en 2013.
Con este nuevo retroceso en la producción brasileña, México –que superó los 1.31 millones de vehículos producidos en los cinco primeros meses de 2014- podría sobrepasar en julio por primera vez al país sudamericano como primer productor de vehículos de América Latina.
NTX
