Más de 15 millones de armas de fuego circulan en México, pero casi 13 millones de ellas son ilegales y representan un arsenal suficiente para armar a uno de cada tres hombres adultos del país, advierte una investigación del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados.
Con base en cifras y estimaciones de las Naciones Unidas y diversas organizaciones internacionales, el reporte subraya que los datos antes citados explican en gran parte que en nuestro país se haya utilizado armas de fuego en más de la mitad de los 120 mil homicidios cometidos entre 2007 y 2012.
El estudio denominado “Tráfico de armas; entorno, propuestas legislativas y opinión pública” señala que, según estimaciones de especialistas, cada día se introducen al territorio mexicano unas 2 mil armas de manera ilegal, lo que significaría un total de 730 mil por año.
“Resumiendo los datos dados a conocer por la PGR, además de las armas cortas y convencionales, a los grupos de la delincuencia organizada de nuestro país se les ha asegurado armamento con características especiales por su potencialidad, alcance, penetración y volumen de fuego”, indica.
Entre los instrumentos prácticamente de guerra enumera los cohetes antitanque M72 y AT4, lanzacohetes RPG7, lanzagranadas MGL calibre 37 milímetros, granadas de fragmentación y fusiles Barret calibre .50, además de armas de “nueva generación”, como la subametralladora y la pistola FN Herstal de fabricación belga, capaz de perforar blindajes y llamada coloquialmente matapolicías.
Advierte que las entidades federativas con más altos porcentajes de delitos cometidos con armas de fuego son el Estado de México, Chihuahua, el Distrito Federal, Guerrero, Morelos, Nuevo León y Sinaloa, con proporciones que van de 46 a 70 por ciento, en contraste con la media nacional de 50.2 por ciento.
De acuerdo con el documento, “dos de cada tres armas involucradas en hechos delictivos en México han sido fabricadas o importadas legalmente de EU y de esa cifra se desprende que en Texas tiene su origen 40 por ciento de las armas que han llegado a las manos de narcotraficantes mexicanos”.
El estudio suscrito por el investigador parlamentario José de Jesús González Rodríguez remarca que el trasiego de armas desde la Unión Americana ha sido un detonante de la violencia asociada con las drogas, con más de 60 mil muertos desde 2006 hasta ahora, de acuerdo con cálculos extraoficiales.
“La razones de los anterior son obvias, ya que en México es casi imposible comprar legalmente un arma, pero en los estados fronterizos de Estados Unidos hay más de 8 mil comerciantes de armas y los cárteles mexicanos de la droga pueden adquirir fácilmente armas de fuego a través de testaferros o en las llamadas ferias de armas”, detalla.
Tan solo en California, Arizona, Nuevo México y Texas se concentra más de la décima parte de las armerías de las armerías de Estados Unidos, a razón de dos establecimientos por kilómetro.
El Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados citó un análisis elaborado por la Universidad de San Diego, California, y el Instituto Igarapé de Brasil, que estimó en 127 millones de dólares al año las ganancias por el tráfico de armas a México.
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