Chiapas es uno de los estados del país que más bosques y selvas pierden, con un promedio de 45 mil a 70 mil hectáreas al año, lo que acelera la emisión de bióxido de carbono a la atmósfera, aumenta el calentamiento y la vulnerabilidad de las poblaciones, dijo el ambientalista Juan Carlos Franco.
En conferencia de prensa, el director general de la organización Soluciones Locales a Retos Globales apunto que necesitamos de manera urgente crear vínculos de colaboración y cooperación entre las organizaciones y las instituciones públicas.
Acompañado de dirigentes de organizaciones de silvicultores en la entidad, dijo que se requiere incidir en las políticas públicas y retomar la importancia de los bosques.
Reconoció que a pesar de los procesos de deterioro de los ecosistemas, el estado tiene un enorme potencial para el manejo de los recursos forestales, por lo que se requiere impulsar los adecuados programas de manejo.
Explicó que los bosques mejor conservados proporcionan múltiples servicios ambientales para calidad de vida la humanidad, agua de calidad, oxigeno, suelo, captura de carbono.
‘Los poseedores de terrenos forestales y prestadores de servicios técnicos, organismos no gubernamentales, tenemos que encontrar soluciones a los problemas ambientales’, apuntó.
Admitió que se ha mal entendido el concepto de manejo forestal y cambio climático, ‘la sociedad tiene que adaptarse a esas modificaciones, desde estilos de vida y políticas públicas, y mitigar los efectos para reducir la vulnerabilidad mediante el aumento de la captura de carbono’.
Mientras tanto, el representante de Asociación Regional de Silvicultores de Cuxtepeques, René Gómez Orantes, dio a conocer que el 14 y 15 de octubre se realizará la segunda sesión del Congreso Estatal de Manejo Forestal ante el Cambio Climático, en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas.
A su vez, el presidente del Colegio de Ingenieros Forestales de Chiapas, Antonio Mariano Borja Toxocolitla, admitió que las políticas públicas ambientales no han funcionado, pero las áreas mejor conservadas son aquellas que han estado sujetas a los permisos de aprovechamiento forestal desde 1995, lo que ha venido a ser hacer la contención del problema es el pago por servicios ambientales.
Agencias
