Rescatan a ocho presuntas víctimas de explotación laboral en la Cuauhtémoc

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cho personas que presuntamente eran víctimas de explotación laboral por parte de una mujer de 29 años de edad y su cónyuge fueron rescatadas este domingo en la colonia Ex Hipódromo de Peralvillo, en la delegación Cuauhtémoc.

Por medio de un comunicado, la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX) detalló que seis de las víctimas son menores de edad y dos adultos, originarias de diferentes estados del país y hablantes de dialectos.

Luego de conocerse la existencia de niños y jóvenes sometidos a la venta de dulces transportados en carretillas, agentes de la Policía de Investigación (PDI) y de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención del Delito de Trata de Personas realizaron operativos por zonas ubicadas como focos rojos.

Tras las indagatorias, uniformados lograron ubicar en un inmueble en la colonia Ex Hipódromo de Peralvillo a tres menores de edad, dos de ellos originarios de Puebla y uno de Veracruz, y a una mujer de 19 años de edad, quien presuntamente les hacía de comer.

Además, localizaron en calles de la delegación Cuauhtémoc a tres infantes de los estados de Puebla y Chiapas, y a un hombre de 20 años, los cuales fueron encontrados mientras comercializaban con productos comestibles, que trasladaban en carretillas en zonas como la colonia Roma, Zona Rosa o Chapultepec.

En el operativo detuvieron a una mujer de 29 años de edad, quien quedó a disposición del representante social acusada del delito de trata de personas por explotación laboral, por lo que se decretó acuerdo ministerial de retención a la mujer y será enviada al Centro Femenil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla, donde se espera la audiencia inicial para determinar su situación legal.

En las investigaciones se determinó que la mujer, junto con su esposo, que ya es buscado por agentes investigadores, se trasladaron a los estados de Puebla, Veracruz, Chiapas e Hidalgo, en donde captaban a personas menores de edad, con la finalidad de traerlas a la CDMX para que trabajen en la venta de frituras en las carretillas.

Los implicados ofrecieron a sus víctimas un pago mensual, alojamiento y alimentación, sin embargo, cuando éstas comenzaron a laborar se les impuso una renta por concepto de hospedaje y cada quien tenía que pagarse su comida, luego de laborar de siete a ocho horas diarias de lunes a sábado.

En tanto, tres de los menores fueron reintegrados a su núcleo familiar, mientras que otros tres continúan bajo resguardo de la Procuraduría, donde reciben atención integral para garantizar su bienestar.

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